Irán vendió más de 14 millones de barriles de crudo a países europeos desde el fin de las sanciones contra el país el pasado mes de enero, en unos movimientos que han servido para abrir de nuevo una ruta comercial cerrada desde 2012.
Según informa la agencia iraní Shana, especializada en cuestiones relativas a los hidrocarburos, estas compras "pioneras" y que han buscado superar "los obstáculos financieros, legales y logísticos" que aún subsisten a la hora de operar en Teherán, han sido encabezadas por la francesa Total, la española Cepsa y la rusa Litasco.
Así, Total habría comprado ya 11 millones de barriles, Cepsa 2 millones y Litasco 1 millón.
Antes de la imposición de sanciones contra Irán por su programa nuclear, Europa, particularmente los países del sur del Mediterráneo como Grecia, Italia y España, compraban unos 800.000 barriles de crudo al día a la República Islámica.
En esa época, Irán exportaba unos 2 millones de barriles de crudo al día, la mayoría de ellos a países asiáticos, que redujeron sus compras a aproximadamente 1 millón de barriles al día desde entonces.
Desde el pasado enero, Irán incrementó en 900.000 barriles diarios sus exportaciones de crudo y llegó a unos 2,2 millones de barriles al día.
Desde que se comenzó a percibir el fin de las sanciones contra la República Islámica, sus autoridades insistieron en que el país sería capaz de incrementar "inmediatamente" su producción y sus exportaciones en unos 500.000 barriles diarios, con otros 500.000 que se podrían ir añadiendo "más adelante".
Además, insistieron en que pese a la caída generalizada en todo el mundo de los precios del crudo, Irán no dudaría en seguir incrementando su producción hasta los 4 millones de barriles diarios, hasta recuperar la cuota de mercado que tenía antes de 2012