Las autoridades guatemaltecas han localizado sin vida a 85 personas tras el alud que arrasó el jueves un asentamiento cercano a la capital, y 48 horas después de la mayor catástrofe nacional de este año seguirán buscando aunque descartan hallar a más sobrevivientes entre las 350 que siguen desaparecidas.
La estatal Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) reanudó la búsqueda este sábado tras suspender el viernes a última hora las labores para garantizar la seguridad de los trabajadores ante las lluvias, un hecho que se repitió hasta las 6:00 hora local del domingo (12:00 GMT).
Bomberos, policías, personal de rescate y voluntarios han localizado, según el último reporte de la Fiscalía, a un total de 85 personas muertas, aunque todavía faltan restos por identificar porque se encuentran en muy mal estado y puede ser necesario recurrir a pruebas de ADN.
En cambio, la Conred, que maneja datos más lentos por cumplir con todos los protocolos oficiales, informó esta noche, a la hora de suspender la búsqueda, de que eran 69 fallecidos, 34 rescatados con vida, casi 200 personas alojadas en albergues y 2.500 evacuadas.
De los 69 fallecidos, 33 están identificados (22 adultos y 11 menores de edad, entre ellos dos gemelos de 3 meses y uno de 4 meses); y de los 33 sin identificar -algunos solo restos humanos-, 11 son menores y 25 adultos.
Desde que ocurrió la tragedia el jueves a última hora de la noche, diversos países y Naciones Unidas ofrecieron su solidaridad y ayuda a Guatemala, que las autoridades locales descartaron hasta el momento por considerar que el país "tiene capacidad" para enfrentar la situación.
No obstante este sábado por la noche arribó a Guatemala el primer contingente de ayuda, un equipo de rescate mexicano compuesto por 69 profesionales y unos 16 binomios caninos, que empezará a trabajar mañana a las 9:00 hora local (15:00 GMT).
En el lugar de los hechos, El Cambray II, del municipio de Santa Catarina Pinula, trabajaron 1.862 personas "capacitadas", divididas en cinco sectores para facilitar las labores de búsqueda, y se usaron una treintena de vehículos, aunque durante la jornada de hoy no consiguieron recuperar a ninguna persona con vida.
El domingo se reducirán a 250 los efectivos humanos debido a las condiciones del lugar, que según contó el portavoz de los bomberos, Julio Sánchez, está "muy frágil, muy movedizo" y la falta de visibilidad pone en peligro a los miembros de los equipos de rescate.
Para colaborar, el viceministro de Seguridad, Elmer Sosa, y el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Nury Ramos, enviaron a dos equipos técnicos de la empresa telefónica Movistar para ayudar a buscar señales telefónicas de posibles víctimas, aunque no tuvieron éxito.
El domingo por la noche se cumplirán las 72 horas de búsqueda establecidas en el protocolo internacional, y aunque la decisión de continuar la búsqueda depende de las instituciones implicadas, fuentes de la Conred dijeron a Efe que lo más probable es que se continúe porque "hay voluntad".
La institución estatal, que declaró el viernes alerta naranja a nivel nacional y roja municipal, continúa intentando desalojar de sus viviendas a la población aledaña que pueda estar en peligro por nuevos deslizamientos, ya que además para hoy se pronostican más lluvias.
Esta catástrofe ha unido a la ciudadanía guatemalteca -iglesias, bancos, restaurantes, supermercados o empresas privadas-, que se han volcado llevando víveres y útiles a los damnificados, que a espera de cifras oficiales se cuentan por cientos.
Los productos de higiene y la comida no perecedera, así como alimentos para niños, son las principales necesidades de aquellos que se han quedado en la calle sin hogar y sin familia, y que intentan sobreponerse al dolor, también gracias a un grupo de psicólogos que atienden a las víctimas de la tragedia.
El área afectada ya había sido declarada como zona "de riesgo" por la Conred en 2008, cuando aconsejó trasladar a los habitantes.
Fuentes de la institución estatal explicaron a Efe que asentamientos como El Cambray II son producto de "invasiones" de terrenos por parte de familias que migran a las periferias de la ciudad y construyen sin tener en cuenta parámetros de prevención de riesgos.
El presidente de Guatemala, Alejandro Maldonado, mostró su apoyo a todos los implicados.
"Dios recoja a los fallecidos, alivie a los heridos, dé consuelo a los afligidos y fortalezca a los rescatistas", publicó en su cuenta de Twitter.
Y mientras unos intentan mantener viva la esperanza de encontrar a sus seres queridos con vida, otras familias dieron su último adiós a sus allegados en el cementerio municipal de Santa Catarina Pinula.
De acuerdo con la Conred, solo en el área metropolitana hay 232 asentamientos considerados "de riesgo", al estar situados en laderas o barrancos, y se calcula que en ellos viven unas 300.000 personas.
Las labores de búsqueda se reanudarán este domingo en la zona cero a las 06.00 hora local (12.00 GMT) y durante la noche unos 500 miembros de la Policía Nacional Civil y del Ejército vigilarán el área afectada, para que la población no se acerque por el peligro que representa.
A primeras horas de la noche, empezó una leve llovizna en el lugar que de acuerdo a los pronósticos podría provocar nuevos deslizamientos.