El ex lehendakari Juan José Ibarretxe presentó ayer a primera hora de la mañana su renuncia al acta de parlamentario vasco en el registro de la Cámara de Vitoria, según informaron a Efe fuentes del grupo del PNV.
Ibarretxe acudió solo a la Cámara, con discreción, sin convocar a la prensa, y abandonó el edificio tras pasar por el registro. 

Con este trámite, Ibarretxe hizo oficial su intención de abandonar la política, tal y como anunció el martes durante el pleno del Parlamento Vasco en el que resultó elegido lehendakari el socialista Patxi López. 

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, aseguró que la marcha de Juan José Ibarretxe de la vida política “no hará cambiar el rumbo” de este partido y destacó que el PNV “es un todo, con sus programas y principios, y sin personalismos”. 

“El hecho de que Ibarretxe se vaya –explicó en una entrevista en ETB– no quiere decir que dejemos el proyecto del nuevo Estatuto o la Ley de Consulta, porque ambas propuestas no son de Ibarretxe, ni siquiera del PNV, sino del Parlamento vasco”. 

Urkullu afirmó sobre el anuncio de Ibarretxe que su partido “siempre ha respetado las decisiones personales”.
Sobre la investidura de López como lehendakari, Urkullu opinó que “nada ha cambiado” porque, según ha indicado, el PNV “sigue teniendo treinta escaños y, por tanto, tiene la capacidad de iniciativa política, tanto en el Parlamento como en otras instituciones”. 

“Ayer percibí –manifestó– un discurso y un gobierno a la defensiva; un gobierno que nace con una debilidad extrema y lleno de incógnitas, y que escenifica una mano tendida al PNV”. 

Según resaltó, “no es de recibo que nos hablen ahora de mano tendida, cuando después del 1 de marzo tendimos nosotros la mano al PSE y nos la rechazó. La mano tendida de ayer es una mano sudada porque ya se ha utilizado con el Partido Popular”.

LOPEZ PROMETE HOY EL CARGO

El socialista Patxi López tomará hoy posesión del cargo de lehendakari bajo el árbol de Gernika, en una ceremonia a la que asistirán dos vicepresidentes del Gobierno, De la Vega y Chaves, y con una fórmula nueva, en la que se suprimirán expresiones o símbolos religiosos. 

A diferencia de sus predecesores, López no jurará el cargo, sino que lo prometerá, y lo hará sobre la Constitución, en lugar de sobre uno de los 252 ejemplares de la primera traducción de la Biblia al euskera, de 1865. Tampoco pronunciará la expresión “ante Dios humillado” que han utilizado los lehendakaris nacionalistas. 

En coherencia con su laicismo, sustituirá esta frase por una expresión de respeto hacia la sociedad vasca. Salvo estas variaciones, la ceremonia de toma de posesión del cargo de López se celebrará siguiendo el protocolo establecido: en un pleno en la Casa de Juntas de Gernika, junto al árbol símbolo de los vascos.