Según fuentes jurídicas, Garzón no ha adoptado ningún tipo de medida contra estas diez personas, que han elevado a 55 el número de imputados, al no haberlo pedido las fiscales Anticorrupción Miriam Segura y Concha Sabadell, con lo que continúan siendo sólo tres los imputados en prisión: el cabecilla de la trama Francisco Correa y sus colaboradores Antoine Sánchez y Pablo Crespo.
Tras tomar declaración a estos últimos imputados, el juez está ahora a la espera de que la Fiscalía Anticorrupción le conteste si cabe su inhibición en favor del Supremo al haber hallado indicios contra parlamentarios nacionales o eurodiputados.