La Policía ha detenido este sábado a dos miembros de un grupo libanés favorable al régimen de Bashar al Assad en Siria, en relación con el doble atentado con coche bomba perpetrado el pasado viernes en la ciudad de Trípoli, que se ha saldado con 47 muertos y 300 heridos.
Fuentes judiciales han informado al diario libanés 'Daily Star' que en las últimas horas las fuerzas de seguridad han detenido a dos miembros del Movimiento Islámico Tawheed, grupo pro Al Assad liderado por Hashem Minkara, por su presunta implicación en este atentado.
Uno de ellos es Ahmad Gharib, de 40 años de edad, que ha sido detenido por la noche en su residencia de la ciudad de Minyeh, ubicada en el norte de Líbano, donde las fuerzas de seguridad han encontrado gran cantidad de armas, explosivos y mapas.
De acuerdo con las fuentes, Gharib inició sus estudios islámicos en Siria, donde rápidamente se afilió al gobernante Partido Baaz antes de regresar a Líbano. Al parecer, en los últimos meses ha realizado varias visitas al país vecino.
El otro detenido sería Abdel Razzak Hammoud, del que las fuentes no han proporcionado detalles.
El primer ministro en funciones, Nayib Mikati, ha confirmado la detención de un sospechoso, aunque ha rehusado dar más información, al tiempo que ha instado a los residentes en Trípoli a cooperar con las fuerzas de seguridad en la investigación.
El atentado ocurrió a las 13.30, cuando un coche bomba explotó cerca de la mezquita Taqwa mientras el clérigo salafista --y destacado detractor a Al Assad-- Salem al Rafi daba un sermón. Minutos después, un segundo coche bomba explotó en las inmediaciones de la mezquita Salam y de la residencia de Mikati.
Tras sendas explosiones, hombres armados con rifles AK-47 tomaron las calles cercanas y dispararon al aire mientras otro grupo de personas arrojaba piedras contra los soldados desplegados en el lugar.
Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) ha responsabilizado al partido-milicia chií libanés Hezbolá del doble atentado y ha amenazado con represalias, según ha informado SITE, una página web estadounidense que hace un seguimiento de los foros 'yihadistas' en Internet.
Hezbolá, por su parte, ha condenado el doble atentado y ha advertido de que "forma parte de un plan criminal que busca sembrar las semillas del conflicto entre los libaneses y arrastrarles a la lucha bajo la pancarta de las confesiones y el sectarismo".
La violencia sectaria ha aumentado en Líbano en la misma medida en que se ha recrudecido la guerra en Siria. Trípoli ha sido escenario habitual de enfrentamientos entre grupos suníes y chiíes que critican y alaban, respectivamente, al Gobierno de Al Assad.
CONDENAS
El presidente de Líbano, Michel Suleiman, ha pedido a todas las facciones que inicien un diálogo a nivel nacional para impedir que el país se vea arrastrado al conflicto sirio. "Pido que se antepongan los intereses nacionales para que no perdamos la oportunidad de estabilizar el país", ha dicho.
A nivel regional, tanto Siria como Irán han condenado este "cobarde acto terrorista". Damasco ha alertado de que su objetivo es "arrastrar a Líbano a un estado de caos y destrucción", mientras que Teherán ha señalado como responsable a Israel.
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, también ha condenado lo sucedido y ha urgido a los libaneses a "recurrir al lenguaje de la razón y de la hermandad para derrotar la conspiración que pretende encender Líbano".
De la misma forma, Naciones Unidas, a través del Consejo de Seguridad y del secretario general, Ban Ki Moon, ha condenado el doble atentado, al tiempo que ha instado al pueblo libanés "a mantener la unidad nacional para afrontar los intentos de socavar la estabilidad del país".