El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha reconocido este sábado que la Policía empleó una fuerza excesiva en la represión de las protestas contra la tala de los árboles del parque Gezi, en Estambul, para la construcción de un centro comercial en la histórica plaza Taksim.
"Hubo un error de la Policía al utilizar el gas pimienta. Sí. He ordenado al Ministerio del Interior que lo investigue. Ha sido excesivo", ha afirmado Erdogan durante una intervención ante la asamblea general de la Asociación de Exportadores Turcos recogida por los medios del país.
Sin embargo, también ha exigido el fin de las protestas. "Pido a los manifestantes que pongan fin de inmediato a estas manifestaciones", ha añadido el mandatario turco, que además ha asegurado que la Policía no se retirará de la plaza, como piden los manifestantes. "La Policía estaba allí y seguirá allí, en Taksim", ha matizado.
Erdogan ha explicado que las obras que se desarrollan en la plaza no tienen nada que ver con el proyecto para construir una réplica del Cuartel de Topçu que alojaría un centro comercial, un proyecto que el mandatario ha asegurado que se mantendrá. "Vamos a reconstruir el Cuartel de Topçu, pero las obras de ahora no tienen nada que ver con esto", ha añadido. "Es injusto calificar a este gobierno de antiverde o antiecologista", ha agregado.
En cualquier caso, ha reconocido el derecho a la manifestación en Turquía, aunque ha argumentado que nadie tene derecho a ocupar permanentemente un espacio público. "Nadie tiene derecho a elevar la tensión en este país con la acusación de que se están talando árboles", ha dicho.
Decenas de personas han resultado heridas y muchas más han sido detenidas en los dos últimos días de protestas en todo el país después de que la Policía expulsara a los manifestantes del Parque Gezi, en Taksim. Ahora los manifestantes protestan contra los medios excesivos empleados por la Policía contra los manifestantes pacíficos.