La policía llevaba cuatro meses investigando un clan familiar, dedicado al tráfico de cocaína y heroína, y que estaba ubicado en diversas localidades de la provincia de Alicante. A través de esta investigación, la policía descubrió, además, sus conexiones con la introducción de armas de fuego cortas con la numeración de serie alterada, procedentes de Bélgica.
Esta es la culminación de una operación que dio sus primeros resultados el pasado 28 de noviembre, con la detención de tres personas en Calasparra (Murcia) y la incautación de un kilogramo de cocaína.
Posteriormente, el pasado 8 de enero fueron detenidos otros seis presuntos integrantes del clan, en una segunda fase en la que fueron decomisadas distintas cantidades de cocaína, heroína y armas. No obstante, el presunto cabecilla del clan, identificado como L.R.B., de 40 años y nacionalidad española.
A partir del seguimiento de L.R.B., se descubrió que éste le había comprado un arma de fuego a otro individuo, dedicado al transporte internacional de mercancías, y se averiguó que esta persona introducía armas en España. El pasado 23 de febrero fue arrestado éste y el resto de los presuntos implicados en los hechos, a quienes les decomisaron dos revólveres Smith & Wesson del calibre 357 mágnum, más de 300 cartuchos, 50 gramos de MDMA y pequeñas cantidades de cocaína, marihuana y heroína.
En total, se practicaron siete registros domiciliarios y se incautaron, además de lo anterior, numerosos efectos cosméticos receptados, así como numerosas armas prohibidas, tales como una pistola de aire comprimido, dagas, puñales, machetes y material informático relacionado con el tráfico ilegal de armas.