La última sesión de control al Gobierno del pleno del Congreso fue utilizado por Rajoy para criticar con dureza la gestión socialista y mirar hacia el futuro: “Ahora todos los españoles tendremos que hacer un gran esfuerzo, pero estoy absolutamente convencido de que España es un gran país y que por tanto va a superar esta situación”.
Zapatero quiso también ratificar su confianza en el país y en su capacidad de luchar contra la crisis, pero lanzó una advertencia al presidente del PP convencido de que “la inmensa mayoría de los ciudadanos quieren responsables políticos, líderes, que ofrezcan algo, no solo ataquen, y den confianza y futuro a España”.
Asumió su responsabilidad en la situación actual, pero instó a los populares a no olvidar que en esta legislatura el mundo ha sufrido la crisis más grave desde hace ochenta años y que en ese “combate durísimo” el Gobierno ha actuado como debía.
Ante sus palabras, Rajoy prefirió hablar de las “lecciones de futuro” que deja el Ejecutivo del PSOE, como que hay que hacer un buen diagnóstico de la situación de la economía y “no engañar” y que “hay que gobernar con un plan, no con ocurrencias, improvisaciones y rectificaciones”.
Y continuó con lo aprendido: “No hay que generar falsas expectativas” situando a España al nivel de Alemania “cuando no es verdad”; hay que hacer previsiones razonables; “no se debe gastar lo que no se tiene”; hay que hacer reformas y no vivir “de la herencia o la inercia”, y no se puede gobernar, como en los últimos meses, sólo por decreto ley.
El líder del PP recordó a Zapatero que deja dos millones y medio más de parados, 250.000 millones más de deuda, la renta en niveles de 2004, “recortes sociales y una gran desconfianza en la economía española”.
Pero el presidente del Gobierno le ha recordado que olvidaba un hecho fundamental, la “gravísima” crisis global que ha obligado a tres países europeos a pedir ayuda financiera de la UE.
El Ejecutivo, recalcó, ha afrontado esa crisis “con responsabilidad” para garantizar la consolidación fiscal y “evitar males mayores”, abordó las necesarias reformas estructurales pendientes y, todo, preservando “al máximo” la cohesión social.
Tras destacar también la contribución de España en la zona del euro para garantizar el futuro de la moneda común y del modelo europeo de bienestar, recordó que en su primera legislatura España llegó a su tasa de paro más baja; “Alguna circunstancia habrá que explique las dificultades que hemos tenido en esta legislatura”, estimó en referencia a la crisis.
Rajoy consumió el tiempo de su réplica y el presidente de la Cámara le cortó el micrófono, lo que evitó que quedaran grabados sus buenos deseos para el presidente del Gobierno. “Tenga usted mucha suerte”, señaló mientras los diputados del PP iniciaban un largo aplauso.
Por otra aprte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció ayer a los periodistas, justo antes de afrontar su última sesión de control en el Congreso, que sentía “nostalgia” en este día.
Los medios preguntaron a Zapatero por su estado de ánimo en numerosas ocasiones y ayer, nada más bajarse de su vehículo oficial, respondió que se sentía “bien”.