Estos países no pueden "suplir" las relaciones comerciales con China, pero sí complementarlas, en opinión de Steinmeier
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, advirtió contra una "fuerte dependencia" de China, tras admitir los errores que han supuesto para su país el caso de Rusia y ante la perspectiva de un eventual control comercial chino sobre el puerto de Hamburgo.
"La lección que deberíamos extraer es que hay que reducir dentro de lo posible las dependencias unilaterales", afirmó Steinmeier a la televisión pública ARD al término de su visita a Kiev, en relación a China y confrontado por su propia responsabilidad en las decisiones de Alemania respecto al gas ruso.
En opinión del presidente, Alemania debe buscar "más intensamente" acuerdos comerciales con países vecinos del sudeste asiático, un mercado con 700 millones de personas.
Estos países no pueden "suplir" las relaciones comerciales con China, pero sí complementarlas, en opinión de Steinmeier.
Las declaraciones del presidente inciden en la controversia desatada en Alemania por los planes de la filial del astillero estatal chino Cosco de adquirir hasta un 35 % de una terminal del puerto comercial hamburgués.
Esta opción topa con el rechazo tanto de los Verdes como del Partido Liberal (FDP), los dos socios de coalición del canciller socialdemócrata Olaf Scholz, ex-alcalde-gobernador de Hamburgo.
El Consejo de Ministros de este miércoles debe adoptar una decisión respecto a esa adquisición, que según medios alemanes consistirá en autorizar solo la participación china a un 24,9 %, para limitar su capacidad de influencia sobre el puerto comercial.
Junto a la cuestión del puerto hamburgués es motivo de controversia en Alemania el próximo viaje de Scholz a China acompañado de una delegación de empresarios de su país, lo que retoma la práctica de realizar este tipo de misiones de su antecesora, Angela Merkel.
La visita realizada ayer por Steinmeier a Kiev era una cuestión delicada para el presidente alemán, quien el pasado abril vio frustrado su propósito de viajar a la capital ucraniana junto a otros líderes europeos, ya que las autoridades de ese país consideraron "no deseada" su presencia.
A Steinmeier se le identifica en Kiev con una pasada línea "pro-rusa" practicada tanto por el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder -1998/2005- como por la conservadora Merkel -2005/2021-.
El actual presidente alemán fue ministro de la Cancillería y mano derecha de Schröder, amigo y aliado político del presidente ruso, Vladímir Putin, y luego titular de Asuntos Exteriores en dos legislaturas de Merkel.
En este primer periodo con Schröder se gestó la construcción del primer gasoducto germano-ruso Nord Stream 1, que entró en funcionamiento en 2011, mientras que bajo Merkel se consolidó la dependencia energética respecto a Moscú, al decidirse la construcción del Nord Stream 2.