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Los cuervos comparten parte de la capacidad humana de teorizar sobre qué piensan otros

Son aves señaladas por muchas culturas como símbolo de inteligencia y sabiduría

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  • Un cuervo -

Una nueva investigación sugiere que los cuervos --aves señaladas por muchas culturas como símbolo de inteligencia y sabiduría-- comparten al menos parte de la capacidad humana de pensar de manera abstracta sobre otras mentes, adaptando su comportamiento a sus propias percepciones de los demás.

   El estudio, publicado este martes en 'Nature Communications', encontró que los cuervos custodiaron alijos de alimentos para que no fueran descubiertos en respuesta a los sonidos de otros cuervos si una mirilla cercana estaba abierta, aunque no vieran a otras aves, pero no mostraron la misma preocupación cuando se cerró la mirilla, a pesar de las señales auditivas.

   Los hallazgos arrojan nueva luz sobre la comprensión científica de la Teoría de la Mente, la capacidad de atribuir estados mentales --incluyendo la visión-- a los demás, dice Cameron Buckner, profesor asistente de Filosofía en la Universidad de Houston, Estados Unidos, y autor del trabajo, junto con Thomas Bugnyar y Stephan A. Reber, biólogos cognitivos de la Universidad de Viena, en Austria.

   La mayoría de la investigación de la Teoría de la Mente con animales se ha hecho con chimpancés y otras especies estrechamente vinculadas a los seres humanos. Pero mientras que los estudios han sugerido que los animales son capaces de entender lo que otros ven --dándoles una ventaja en la competencia por los alimentos, por ejemplo-- se basan en la capacidad de los sujetos de prueba de ver la cabeza o los ojos del otro, proporcionando las llamadas "señales de mirada".

   Los escépticos argumentan que los animales en estos experimentos podrían estar respondiendo únicamente a estas señales exteriores, sin ninguna comprensión real de lo que otros ven. "Por lo tanto -señalan los autores sobre el estado anterior de la investigación-- todavía sigue siendo una cuestión abierta si un animal no humano puede atribuir el concepto de 'ver' sin depender de señales de comportamiento".

   Buckner, que se centra en la cognición animal, explica que los investigadores evitaron esta preocupación en este experimento utilizando sólo mirillas abiertas y sonidos para indicar la presencia de un posible competidor, con los cuervos no siendo físicamente capaces de ver otro cuervo en el contexto del experimento.

LA VIDA SOCIAL DE LOS CUERVOS SIMILAR A LA DE LOS HUMANOS

   Los cuervos son un buen ejemplo para el estudio, explica, porque a pesar de su divergencia evolutiva obvia con los seres humanos, su vida social pasa por varias fases distintas, como sucede a las personas. En particular, a menudo defienden territorios con parejas reproductoras estables como adultos pero viven en situaciones más fluidas como adolescentes.

   "Hay un momento en el que quien está en el grupo, quien es un amigo o quien es un enemigo puede cambiar muy rápidamente -explica--. No hay muchas otras especies que demuestren mayor flexibilidad social. Los cuervos cooperan bien, pueden competir bien y mantienen a largo plazo relaciones monógamas. Todo esto los sitúa como un buen ejemplo donde buscar la cognición social ya que presiones sociales similares pueden haber impulsado la evolución de similares capacidades cognitivas avanzadas de especies muy diversas".

   La capacidad de esconder alimentos es importante para los cuervos y la investigación anterior había mostrado que se comportan de manera distinta cuando perciben que un competidor les está observando. Por ejemplo, cuando están siendo observados, esconden los alimentos más rápidamente y tienen menos probabilidades de volver a un escondite previo, ya que podría revelar la ubicación de un escondite a un posible ladrón. Si ellos no piensan que están siendo observados, pasan más tiempo en esa tarea.

   Este estudio incluyó dos habitaciones, conectadas tanto por ventanas, que podían abrirse o cerrarse, y por mirillas, que podrían ser abiertas o cerradas. Los cuervos fueron entrenados para mirar a través de las mirillas para observar a un experimentador humano haciendo alijos en la habitación contigua. Durante la fase final de la prueba, las dos ventanas estaban cerradas pero con una mirilla abierta. Un altavoz oculto emitió sonidos de un cuervo competidor, pero no estaba presente ninguna otra ave. Los sujetos escondían los alijos como si estuvieran siendo observados.

   "Demostramos que los cuervos pueden generalizar a partir de su propia experiencia en el uso de la mirilla como un ladrón y predecir que los competidores que se oyen potencialmente podrían ver sus alijos (a través de la mirilla)", escriben los autores. Los resultados ofrecen la información necesaria en varios ámbitos, dice Buckner, incluyendo evidencia de que los cuervos podrían servir como modelos animales en la investigación relacionada con la cognición social.

   También ofrece nuevas pruebas sobre las capacidades involucradas en la Teoría de la Mente y el pensamiento abstracto, apunta Buckner. "Podría cambiar nuestra percepción de la singularidad humana, ya que compartimos algunas capacidades no sólo con los chimpancés y especies estrechamente relacionadas, sino también con una especie muy diferente", afirma.

   Buckner cree que el siguiente paso será ver qué otros animales y especies son capaces de la capacidad de abstracción evaluada en la prueba de la mirilla. "Encontrar que la Teoría de la Mente está presente en las aves nos exigiría renunciar a una historia popular en cuanto a lo que hace al ser humano especial -subraya--. Pero completar este cuadro evolutivo y de desarrollo nos llevará mucho más cerca de averiguar qué es realmente único en la mente humana".

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