El traslado de las alrededor de 400 naves del polígono industrial de La Ermita al norte de la ciudad es un proyecto crucial, en opinión de Izquierda Unida. La formación propone un decálogo de condicionantes que, según considera, debe tener en cuenta el Ayuntamiento a la hora de acometer esta difícil empresa. Y, como comienzo,opinan que no está demás un poco de transparencia para eliminar interrogantes.
El concejal y portavoz del grupo municipal, Enrique Monterroso, se refirió a las dudas que existen acerca de los suelos de la Serranía que pueden ser urbanizables y, por tanto, útiles para efectuar el traslado. Asegura que aún no está claro si al norte del centro comercial La Cañada hay cabida para las naves que deben trasladarse. Asimismo, recordó la necesidad de que el proyecto sepa compatibilizar la sostenibilidad económica con la ambiental.
Por su parte el concejal Miguel Díaz solicitó garantías en el desarrollo del proyecto, comenzando por la redacción de una hoja de ruta que aclare los pasos que quedan pendientes de seguir y un calendario que indique cuándo se acometerán.
Los ediles de Izquierda Unida echan de menos la convocatoria de una asamblea general que integre a los empresarios y a los trabajadores del polígono para poder discutir sobre los pros y contras de su mudanza, los gastos a los que deben enfrentarse o los beneficios que les corresponden. Todo ello, con el Plan General de Ordenación Urbanística como guía.
