Cuatro policías locales de Marbella (Málaga), que participaron en la
detención del acusado presuntamente por
asesinar a su pareja en la localidad malagueña de
La Viñuela en 2018, han coincidido este martes en el juicio en que
el hombre tenía toda la ropa "ensangrentada" en el momento de ser arrestado, horas después de los hechos.
Un jurado popular juzga desde este pasado lunes a un hombre acusado de un delito de asesinato al presuntamente acabar con la vida de su pareja tras causarle más de 100 heridas --60 de ellas mortales-- por todo el cuerpo con un arma blanca en febrero del año pasado en el domicilio de la mujer.
Así,
el primero de los agentes ha relatado que acababa de terminar su servicio y cuando iba a su casa vio un
coche sospechoso que la Guardia Civil estaba buscando por un homicidio en La Viñuela, por lo que dio
aviso a sus compañeros y lo siguió hasta que fue interceptado por un dispositivo especial.
Ha declarado que el hombre
estaba "tranquilo, no puso resistencia" a ser detenido, "tenía una actitud pacífica"; algo en lo que han coincidido todo los agentes, que también han ratificado que había tenido una "pelea o discusión" con alguien y que
llevaba "manchas de sangre por todos lados".
Así, han indicado que había restos de sangre
en el pantalón, la camisa, las manos,
donde tenía cortes; e, incluso, en el móvil y también en el interior del vehículo que conducía; mientras que uno de los policías ha declarado que
el hombre comentó que la sangre era "de otra persona".
Los agentes han reseñado que también les
dijo que no recordaba "nada", indicando que no concretó datos y apuntando que el acusado insistió en que había bebido, pero se le hizo la prueba de alcoholemia y dio negativa.
Los hechos tuvieron lugar en la tarde del 12 de febrero de 2018 en el domicilio de la mujer, ubicado en la pedanía de Los Romanes de dicho término municipal. Según las acusaciones, el hombre y la víctima mantenían una relación sentimental desde poco tiempo antes, unos cuatro meses.
La acusación pública señala en su escrito provisional, al que ha tenido acceso Europa Press, que
no está claro cuál fue el desencadenante, pero que el acusado actuó "con el evidente ánimo de acabar con la vida" de la mujer con un cuchillo de cocina, que "clavó repetidamente".
Ha apuntado que con esto dejó a la víctima "sin posibilidad de defensa, causando heridas que "aumentaron el sufrimiento", ya que las mortales fueron "al final del ataque". Según el fiscal, tenía "45 heridas inciso-punzantes monocortantes, 13 incisas y 47 punzantes y erosiones" por distintas partes del cuerpo, como abdomen, espalda, tórax, extremidades y cara.
La Fiscalía lo acusa de un delito de asesinato y pide inicialmente 25 años de cárcel, al igual que la acusación particular, en nombre del hijo de la mujer, y la Junta de Andalucía. La defensa sostiene que el hombre, que se acogió a su derecho a no declarar, no mantenía relación sentimental de ninguna clase con la víctima y que no tuvo participación alguna en los hechos.