El sindicato andaluz de bomberos SAB ha denunciado este miércoles “la inacción del área de seguridad” en los hechos acontecidos en la madrugada del domingo al lunes y esa mañana con la llegada de la borrasca ‘Ana’, cuando el centro de meteorología,” ya advertía fuertes rachas de vientos, lluvias y fenómenos costeros adversos y por eso se adoptó la alerta naranja en Málaga” afirman en un comunicado al que ha tenido acceso Viva Málaga.
Así, el sindicato de bomberos critica que “el área de seguridad del ayuntamiento de Málaga no creyó oportuno activar el plan de emergencia municipal al igual que en las inundaciones de febrero”. “Ha habido cuantiosos daños materiales y lo que es peor, daños humanos” lamentan en el mismo comunicado, añadiendo que “esta falta de responsabilidad pone en riesgo al ciudadano que no tiene la culpa de que desde el área de seguridad no se priorice en seguridad”.
En este contexto comparan la situación en Málaga con Sevilla capital donde en “sí que activaron el plan de emergencia a las 00:00 horas ante la llegada de la borrasca”.
De este modo, señalan que el Ayuntamiento de Málaga contaba con información suficiente para decretar la activación de un Plan Específico ante riesgo por Fenómenos Meteorológicos Adversos, tenía información contrastada para declarar una situación de alerta con tiempo suficiente para, entre otras cosas, establecer las medidas de prevención y respuesta que estimaran oportunas, entre otras algunos consejos a la población ante fuertes vientos como:
- En su vivienda cierre y asegure ventanas, puertas y toldos, así como retire macetas y cualquier otro objeto que pueda caer a la calle y provocar un accidente.
- En la calle aléjese de cornisas, muros o árboles que puedan desprenderse y tomar precauciones delante de edificaciones en construcción o en mal estado
- En sus desplazamientos infórmese de las condiciones meteorológicas de la zona a la que se dirige, y extreme las precauciones por la posible presencia de obstáculos en la vía.
En definitiva, evitar o reducir el impacto del desastre, el propósito de la mitigación es la reducción de los riesgos para las personas y sus bienes, o al menos evitar situaciones de ansiedad y nerviosismo.
“No hacer nada y mirar para otro lado puede que funcione en el conflicto contra los bomberos pero cuando la ciudad amanece con vientos de 90 Km/horas, esta improvisación pone en riesgo la seguridad de todos los ciudadanos, y si no que le pregunten a los heridos, los que han perdido sus vehículos, los muros de sus viviendas, o llegaron tarde a sus compromisos después de sufrir retenciones kilométricas en sus desplazamientos” finaliza el sindicato de bomberos andaluces en su comunicado.