El Ayuntamiento de Málaga recurre a la Unión Europea para rehabilitar la antigua prisión de Cruz de Humilladero con el proyecto JailHouse, con el que esperan conseguir más de 6 millones de euros para transformar la vieja cárcel en un espacio de creación cultural, social y de memoria histórica.
Esta primera fase arrancaría en octubre si se consiguen los fondos y actuaría únicamente en un 30 por ciento de la superficie total, de más de 14.000 metros cuadrados. La idea es aunar creación cultural y formación, tal y como está comprometido, a través de la industria audiovisual, contando con la experiencia del Festival de Cine de Málaga.
Un proyecto en el que las antiguas celdas podrían dar cobijo a creadores locales y foráneos que se hospeden en ellas o donde se puede recuperar el cine de barrio más castizo, como explicaba el director del Observatorio de Medio Ambiente Urbano, Pedro Marín.
Es el punto de partido para un proyecto más ambicioso que requerirá más fondos y tiempo. El Consistorio avanzó este viernes que en breve arrancarán el proceso participativo para definir con los vecinos el futuro del resto del espacio.