Los malagueños optan por quedarse en casa en Semana Santa; pero no siempre retenidos por su afán cofrade, sino por falta de dinero para marcharse de vacaciones. Al menos, eso es lo que han declarado los consultados por Ondaluz Televisión.

La ciudad se viste de nazarena durante ocho días, pero no el conjunto de sus ciudadanos. La mayoría de los encuestados por este canal ha asegurado que su único plan para Semana Santa es quedarse aquí, en la capital. Bien, en calle, a golpe de campaña semanasantera. O, bien, en su casa, huyendo de procesiones.

Independientemente del gusto o disgusto por los tronos, hay un factor determinante y es el dinero. La economía imposibilita a buena parte de los malagueños consultados evadirse por unos días de las tradiciones.

La convicción, la fe o simplemente el gusto por el folclore popular les hace a otros tantos quedarse para convertirse, un año más, en turistas en su tierra.