Efectivos de la Policía Local de Málaga han detenido al conductor de una furgoneta, de 43 años, como presunto autor de hasta siete hechos delictivos, como son contra la seguridad vial por conducir sin carné por pérdida total de puntos, abandono del lugar del accidente con heridos, conducción bajo la influencia de drogas y/o alcohol y negativa a someterse a las pruebas; a los que se suman los presuntos delitos de lesiones graves por imprudencia y violencia de género.
Los hechos tuvieron lugar en la mañana del domingo, 21 de mayo, cuando presuntamente, el individuo golpeó a su mujer y la cogió por los pelos introduciéndola por la fuerza en la furgoneta, tras lo que circuló a gran velocidad, ha indicado la Policía Local en un comunicado.
Al parecer, cuando circulaba por la avenida Valle-Inclán sentido Este a la altura del IES Miraflores de Los Ángeles, procedió a adelantar a un vehículo, llegando a golpear con la parte izquierda de la furgoneta la mediana separadora de ambos sentidos de circulación, tras lo que perdió el control, desplazándose nuevamente hacía el carril derecho y colisionando con la valla protectora tipo bionda hasta salirse de la vía y precipitarse unos cuatro o cinco metros hasta quedar el vehículo finalmente junto al muro del citado instituto.
Tras ello, el individuo salió de la furgoneta, abandonando a su mujer herida en el interior, y marchándose a pie del lugar, personándose varias unidades de zona de la Policía Local de Málaga tras recibir el comunicado del siniestro a través de la Sala 092 del citado Cuerpo, procediendo los agentes a asistir a la mujer, que se encontraba gravemente herida junto a la furgoneta.
Por ello, requirieron de inmediato la presencia de una ambulancia del 061, que una vez en el lugar le practicó una primera asistencia sanitaria, para, acto seguido, trasladarla de urgencia a un centro hospitalario.
Mientras, con la ayuda de testigos, una dotación de policías locales procedieron a la búsqueda del individuo, localizándolo a poco más de 200 metros del lugar del accidente, concretamente en la confluencia de las calles Miramargaritas y Miraclaveles, acelerando éste su paso tras percatarse de la presencia policial, siendo finalmente interceptado por los agentes, que observaron que presentaba heridas sangrantes en la cabeza.
En el momento de facilitar su documentación personal a los policías locales para proceder a su identificación, se le cayó la documentación de la furgoneta, que había tomado para dificultar la labor policial, mostrando en todo momento una actitud esquiva y poco colaboradora con los agentes, así como síntomas evidentes de encontrarse bajo la influencia de drogas y/o bebidas alcohólicas, tales como ojos velados y brillantes, actitud agresiva, deambulación vacilante y otros recogidos en acta de signos externos.
Una vez identificado, los policías locales constataron que carecía de permiso de conducir por pérdida total de puntos, procediendo a su detención y traslado a un centro hospitalario para ser asistido de las lesiones que presentaba, donde se desplazó una dotación del Grupo de Investigación de Accidentes y Atestados (GIAA) de la Policía Local de Málaga, quienes se hicieron cargo de la investigación del accidente, a los efectos de realizarle la prueba de alcoholemia mediante el procedimiento de aire espirado, a lo que se negó expresamente pese a ser advertido de forma clara y en varias ocasiones de las consecuencias penales que ello acarrearía.
A los múltiples hechos delictivos atribuibles al individuo se le suma la presunta autoría de un delito de amenazas graves a los policías locales que lo custodiaban en el centro hospitalario.
Entre los antecedentes del individuo constan dos relacionados con sendos delitos contra la seguridad vial en los que actuó la Policía Local de Málaga, habiéndose producido el último de ellos este mismo año.
Además, esa misma tarde, una dotación del GIAA se personó en el hospital al que había sido trasladada la mujer, conociendo que debía ser intervenida quirúrgicamente por las lesiones sufridas tras lo que estaba previsto su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Una vez dado de alta, el individuo fue trasladado a dependencias policiales, para, posteriormente, ser puesto a disposición judicial.