En la noche electoral de las municipales de 2019, cuando empezamos a repasar en el especial de
7 TV los resultados de los diferentes municipios de la provincia, uno de los contertulios ironizó sobre los espectaculares registros obtenidos por
los ganadores de Barbate y La Línea, que achacaba a
mensajes populistas o a la máxima quevediana de que “nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir”. Mi profesora de Periodismo Político era más pragmática, y lo resumía todo en un “
tanta gente no puede estar equivocada”.
A la vista está.
En La Línea, Juan Franco se convirtió este pasado 28 de mayo en el alcalde más votado de España, con el 75,18% de los sufragios, que le han reportado 22 concejales -uno más que hace cuatro años- y dos diputados provinciales
decisivos para la configuración del nuevo Gobierno del PP en Diputación.
De Juan Franco celebro su sentido del humor, del que hacía gala hace unas semanas en una entrevista cuando el periodista recogía la anécdota de una vecina que se le acercaba y le recriminaba al alcalde que su hijo le había pegado una patada en la espinilla a su nieto. “Señora, es que mi hijo juega de defensa central”, le explicaba.
Franco se mueve bien en esas situaciones en las que le toca atender a la prensa nacional, que llega a La Línea en busca de respuestas a su tirón electoral como quien pretende descifrar un jeroglífico egipcio, pero a ese discurso amable y consecuente se le ven las costuras cuando toca pisar la realidad del día a día, la de la política de intereses jugada en los despachos.
En una entrevista publicada en
elplural.com el pasado 16 de junio, un día antes de renovar su toma de posesión, y
en plena negociación con PSOE y PP por el futuro de la Diputación, le hacían la siguiente pregunta: “Llama la atención que ha dejado a su izquierda y derecha a dos y tres concejales, respectivamente. Pero hay otra cosa curiosa, y es que su equipo no tiene asesores”. Su respuesta fue la siguiente: “Así es,
llevamos ocho años sin asesores de confianza, entre otras cosas porque hemos tirado del personal que hay en el Consistorio, y por otro lado porque el nivel técnico de los concejales creo que es bastante alto”.
Iba tan sobrado Franco en su respuesta que alguien mandó parar, porque a esas alturas
La Línea 100x100 negociaba la inclusión de dos cargos como personal de confianza adscritos a los dos diputados de la Corporación provincial. Lo contaba esta semana Daniel Barea en una más que interesante crónica en nuestros periódicos
Viva, en la que recordaba que esa opción formaba parte del acuerdo alcanzado con el PP: “El documento indicaba que el grupo provincial de La Línea 100x100 contará con un técnico medio adscrito al grupo y dos auxiliares administrativos de libre designación, pero añadía luego los dos cargos de confianza”.
Hace una semana escasa,
el vicepresidente segundo de la institución provincial y hombre fuerte del partido de Franco, Javier Vidal, admitía que la intención era contar con esos dos sueldos, tal y como se constató en el
Pleno de Organización del miércoles, en el que se hizo público que
cada asesor cobrará 66.564 euros al año ocupando puestos creados expresamente para ellos como directores de gabinetes de las vicepresidencias segunda y quinta. Ahora, si tiramos de maldad, y por parafrasear al alcalde linense, ¿habrá que concluir que en Diputación no hay personal suficiente y que el nivel técnico de los diputados no es bastante alto, y por este motivo son necesarios los asesores que no precisan en su Ayuntamiento?
Las preguntas, en todo caso, deberían ser otras:
¿Qué ha hecho cambiar de opinión a los responsables de La Línea 100x100 para terminar rendidos a los beneficios de la “vieja política”? O, ¿hasta dónde alcanza la productividad de esos asesores, por designación política, para justificar su incorporación y que cada uno de ellos cueste al erario público 66.564 euros? Es cierto, esta pregunta vale para todos, pero también se responde sola.
De momento ya sabemos lo que nos cuestan sus asesores -anda que si les hubieran dado la presidencia a Ruiz Boix, iba a criticar el PSOE esos sueldos-,
ahora habrá que estar atentos a ver de dónde sale el dinero con el que se pagará todo a lo que se ha comprometido el PP con La Línea.