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Jerez

La Buena Muerte regresa a Santiago once años después

El crucificado y la Virgen del Dulce Nombre integraron un inédito calvario

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Los titulares de la Hermandad de la Buena Muerte regresaron en la noche de ayer a la iglesia de Santiago once años después de abandonar el templo como consecuencia del estado de ruina que entonces presentaba. Se trata por tanto de la primera cofradía de penitencia que se hace presente en Santiago tras su feliz reapertura, quedando únicamente pendiente el regreso de los titulares de la Hermandad del Prendimiento, previsto para el próximo sábado 15 de octubre.

Para esta ocasión singular, la cofradía de la Madrugada del Viernes Santo dispuso un inédito calvario presidido por el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, quedando a sus pies María Santísima del Dulce Nombre y San Juan Evangelista. Las imágenes procesionaron sobre el paso del crucificado, que sustituyó sus habituales hachones por los antiguos faroles de la Hermandad del Nazareno, de metal sobredorado. Además, un monte rocoso con ornamentación vegetal ocupó el lugar tradicionalmente destinado al monte de claveles rojos. El conjunto contó con el acompañamiento de la Banda de Música de San Fernando, que interpretó marchas acordes con el espíritu de esta cofradía.

En el cortejo también se integró la imagen del Niño Jesús, que reunió a los más pequeños de la hermandad y que contó con los sones de la nueva Agrupación Musical del Cristo de la Clemencia, un proyecto musical que se ha puesto en marcha en estos últimos meses en el polígono de San Benito y que aglutina a buena parte de los componentes de la antigua agrupación de la Pasión.

La comitiva partió de la basílica de la Merced al filo de las nueve y cuarto de la noche, buscando la plaza San Juan y Chancillería para después regresar por Guadalete, Ponce y Ancha.

La jornada de ayer quedará grabada en la memoria de los cofrades de la Hermandad de la Buena Muerte, pero también en el corazón de los jóvenes promotores de la Agrupación Parroquial de la Paz, con sede en Cuartillos. El patio del colegio de esta barriada rural acogió la bendición del nazareno que ha realizado el escultor sevillano José María Leal, que poco después recorrería este núcleo en procesión extraordinaria. El nazareno ocupó el antiguo paso de la Hermandad del Nazareno de El Puerto de Santa María, que ha sido adquirido por la agrupación jerezana y que fue realizado por José Ovando en 1942.

Ambas procesiones extraordinarias se incluyen en lo que el Consejo de la Unión de Hermandades ha denominado Otoño Cofrade de Jerez. La próxima cita tendrá lugar el sábado 17, con la salida extraordinaria de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, titular de la Hermandad de la Sagrada Mortaja, que coincide con el 800 aniversario del jubileo de la Porciúncula. La imagen ocupará el paso del Señor del Amparo, de la Hermandad del Consuelo, contando con el acompañamiento de la Banda Municipal de Música de Rota. Saldrá a las 18.30 hacia la Catedral, para posteriormente regresar a Capuchinos a partir de las 22.30 horas.

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