Domingo de Feria o ¿de resaca?Depende de para quien. Para las familias que ayer decidieron dedicar la jornada a reunirse para comer en la Feria, desde luego que no, al menos en una buena parte; en el otro extremo estaban los jóvenes o los más jartibles de la Feria que no se marcharon del Real hasta que les apagaron el alumbrado. Estos últimos desde luego no estaban ayer al mediodía. En medio, los caseteros. Son tiempos complicados en otra nueva edición de una Feria del Caballo marcada por la crisis, pero las ganas de los jerezanos de desconectar de la rutina diaria y de sus problemas para llegar a fin de mes, al menos durante un solo día, unida a la masiva llegada de visitantes, el buen tiempo y un cierto abaratamiento en un número de casetas, que no todas por supuesto, con  propuestas económicas de menús y platos y de bebida, se han traducido en mejores resultados que el pasado año.


De hecho, a la Asociación Unión de Caseteros de la Feria de Jerez, que representa al 40% de las casetas, le consta de bastantes casos en los que “se ha vendido más que el pasado año” e incluso alguno que otro que ha duplicado las ventas. Si bien las altas temperaturas han animado el Real a partir de la tarde, lo cierto es que desde el miércoles en adelante el interior del González Hontoria que hasta ayer concentraba toda la actividad de ocio de la ciudad ha registrado un lleno absoluto especialmente en la franja de la tarde para lidiar con el sofocante calor. Unas circunstancias que han propiciado una estampa que empezaba a echarse de menos, la de ver a casetas con todas las mesas al completo antes del fin de semana.

 

Fructíferas han sido especialmente las jornadas del miércoles y del jueves, en las que en alguna que otra caseta se quedaron cortos en sus previsiones de comida y bebida, algo que hacía tiempo que no pasaba y que denota que la fiesta grande de Jerez es toda una superviviente de esta delicada coyuntura económica. Y es que la sensación general de cómo ha ido esta última edición de la Feria es bastante positiva, salvo aspectos muy mejorables, empezando por el propio albero, que ha vuelto a dar muchos problemas.


Ayer domingo tocaba comprobar por segundo año consecutivo si la apuesta de la Delegación de Turismo, Cultura y Fiestas por recuperar el domingo cala entre los jerezanos. A falta de que esta semana se vayan concentrando los distintos balances, de nuevo la jornada fue tranquila, con pocos coches de caballos y en general poco ambiente, aunque sí pudo verse alguna que otra jerezana dispuesta a lucir su traje de flamenca hasta el último momento.


Las casetas familiares son las que más partido suelen sacar a este día, pero sin lugar a dudas el principal incentivo para que algunos fueran a comer y alargaran su estancia en el Real fue la segunda jornada de descuentos del 50% en la “calle del infierno”, todo un acierto . La mejor prueba de ello era el aspecto que presentaban los cacharritos a las siete de la tarde, por lo que esa iniciativa se presenta un año más como el gran revelación de los últimos años.


No obstante, todavía hay muchas cuestiones que resolver de cara a la próxima edición, empezando por el inicio de esta cita después de dos años haciéndolo un lunes como medida de ahorro.  De hecho, esta semana se ha hablado y mucho de la posibilidad de eliminar este último domingo y recuperar el inicio de la Feria el domingo, como se ha hecho tradicionalmente, un asunto sobre el que la alcaldesa, que sí ha confirmado ya que para el próximo año sí vuelven los fuegos artificiales, tendrá que pronunciarse en los próximos días.

Tres agresiones con arma blanca
En materia de seguridad, de nuevo las denuncias de robos de smartphones y carteras ha sido la nota negativa, si bien fuentes policiales ha asegurado que, en principio, el balance no es “alarmante” respecto a otras ediciones. En cuanto a incidencias sanitarias, Cruz Roja ha contabilizado más de 930 atenciones en toda la semana desde su puesto de la Feria. Complicada  como siempre fue la noche del sábado por las reyertas, con  casi una decena de heridas y golpes en la cabeza y siete intoxicaciones etílicas.

Los casos más destacados de las atenciones han sido las dos agresiones con arma blanca la madrugada del sábado y la noche del jueves, en la que se vio implicado un joven de 20 años.