— La Fiesta atraviesa malos momentos.
— Son malos momentos para todo. La Fiesta no se iba a quedar atrás y más siendo una actividad lúdica. El toreo como otras actividades está pasando por momentos difíciles pero pienso que de todas las crisis salen cosas muy interesantes. Como torero sé que del fracaso, como ave fénix, no hay más remedio que renacer de las cenizas. Aprendí mucho de eso. Es un mal momento para la fiesta de los toros, pero es un buen momento para que los estamentos , en todo lo que concierne a la estructura del torero, comiencen, y de hecho ya lo están haciendo, a movilizarse por la preservación de un arte milenario y acabar con esa cancioncilla de que “al toreo no lo quita ni Dios”. Cuidado. La gente del toro, los profesionales, no han estado alerta y ahora se tienen que poner las pilas. No es tarde pero, a partir de ahora, hay que trabajar muchísimo para recuperar la dinámica de las ferias y de que cosas que había antiguamente.
— La Feria de Jerez se ha quedado menguada de espectáculos.
— Y es una pena que una ciudad tan importante a nivel nivel mundial en el toro vaya restringiendo los espectáculos, pero la crisis manda. He tenido la ocasión de acercarme a los empresarios y ellos están viendo cómo funciona el mundo del toro a nivel mundial. Y es momento de ir haciendo las cosas muy bien, aunque sea algo menos. Pero hay una cosa que me preocupa que es la promoción. Es una queja, entre comillas, que tengo desde siempre porque el mundo profesional del toro no se ha preocupado de eso. Si las Escuelas Taurinas hubiesen dependido del mundo del toreo no existirían. Jay empresas que apoyan pero tengo la impresión que el mundo del toro debe ponerse un poquito más las pilas respecto a la promoción y la formación de chavales porque ahí es donde está el futuro de la Fiesta y no dejar de la mano a esos chavales que quieren llegar a ser toreros ni a esos que se acercan sobre todo como aficionados. En Jerez ha habido reducciones importantísimas, incluso del 40 por ciento de rebaja en los precios. No es que llegue tarde, llega en un momento difícil como está Jerez, pero si se hubiese puesto en marcha antes hubiésemos atraído a unos aficionados que pudieron serlo pero que, a lo peor, su poder adquisitivo no era los suficiente para entrar en los toros. Hoy en día hay jóvenes que quieren pero que ya no tienen ni poder adquisitivo.
— ¿Se nota esa crisis a nivel de Escuelas, en general?
— Nosotros en Andalucía tenemos que estar contentos porque es la única Administración que invierte y apoya el mundo del toreo en su base, a través de las Escuelas. Yo soy un privilegiado. Que un Ayuntamiento, con la cantidad de dificultades que existen, con las restricciones que ha habido y hay, con pocos medios, pero que mantenga esto abierto es para sentirse privilegiado. Este fin de semana vienen a Jerez las escuelas internacionales a celebrar su asamblea y he tenido la oportunidad de pulsar y a todo el mundo le está costando. Pero no hay que olvidar que en las Escuelas hay mucho de altruismo, de muchas horas de dedicación, de gente que son enamoradas de esto, que han sido grandes figuras, que son toreros, que no quieren que esto se pierda y están ahí, potenciando y trabajando a nivel nacional, andaluz y de Jerez. Yo tengo un equipo en Jerez de gente jubilada colaborando que es apasionante. Si no hubiese sido por esta gente complicado lo hubiesen tenido las Escuelas por la crisis que estamos atravesando. La crisis, obviamente, tiene sus prioridades. A micrófono cerrado hemos hablado de dificultades y entiendo que es muy importante que se potencia la cantidad de problemas sociales que hay, pero tengo que reconocer que se hacen grandes esfuerzos por parte de la Administración, incluso a nivel ministerial. Por fin somos figura dentro del Ministerio de Cultura. Hay una serie de avances que podrían haber llegado antes, pero yo quiero se optimista, quiero venirme arriba como hacen los toreros cuando tienen un fracaso.
— Usted es torero.
— Está claro. Cuando tienes un toro y no le cortas las orejas, ahí está el otro y hay que resurgir. Pero volviendo a las escuelas, gracias a ese noventa por ciento de altruismo las Escuelas van a tener su propia vida afortunadamente.
— ¿Seguirá con vida la novillada de Feria?
— La Escuela Municipal va a tener muchísimas actividades. De hecho ya hemos estado en unas clases magistrales en Los Barrios. Hay chavales de la Escuela en todos los bolsines y ahora mismo me ha llegado aceptado uno en Francia. De la mano de la Asociación Andaluza, dentro del Fomento de la Cultura Andaluza, el día 28 tenemos una becerrada con un chaval de la Escuela. Los chavales van a ir a Algar, a Villaluenga, vamos a las pruebas de vacas para novilleros sin picadores y si tenemos suerte van a ir a las novilladas televisadas y además hay muchos contactos entre escuelas, ahora incluso más dadas las dificultades existentes. Tenemos que darle mucho a la imaginación y, sobre su pregunta, estamos trabajando para intentar de la mano de la empresa o sin la mano de la empresa que la Feria no se quede en los tres espectáculos e intentamos por todos los medios, esa es la actitud del Ayuntamiento a través de la Escuela, que haya un espectáculo más, en clase práctica, en la Escuela. Participaremos en intercambios de escuelas de Andalucía, con escuelas internacionales. La actividad en las Escuelas decrece en muy poca medida, lo que decrecen son los medios y por eso hay que echarlos muchas horas.
— Y nuevas ideas, porque creo que este año los chavales van a compartir experiencias con toreros.
— Sí, tengo la idea de que los chavales no solo tengan un profesor y vean la tauromaquia a través de ese profesor. Quiero que los chavales tengan todas las tauromaquias porque el toreo técnicamente es igual pero personalmente es diferente. Cada uno tiene su propia personalidad. Quiero que pulsen a los toreros, que les expliquen sus formas, que no solo escuchen a sus profesores. Cuanto más toreros vean, más pronto encontrarán su propia personalidad. Nosotros a lo que nos dedicamos es a decirle cómo es la técnica, pero después deben crecer por sí mismo. Y es muy importante que se equivoquen e, incluso, a chavales que han tenido defectos grandes no he querido tocarlos, porque la experiencia nos dice que muchos defectos se convierten en grandes virtudes. Me acuerdo del defecto que tenía mi padrino de alternativa, El Viti, que por una cogida no podía enderezar el codo de la mano izquierda y con esa mano tenía, y tiene porque afortunadamente está entre nosotros, un temple extraordinario. No podía estirar pero estaba su psicología. El Cordobés padre no sacaba las manos y sus propios defectos, a los ojos del mundo ortodoxo, se convirtieron en grandes virtudes. Tengo muchísimo cuidado en que los chavales se desarrollen por sí mismo, que se equivoquen, porque si no se equivocan, siempre que no haya riesgos, no aprenden, Entiendo que esta es una profesión de riegos.
— Hablábamos de toreos que iban a aportar su experiencia
— Hemos tenido que suspender una con Jesuli de Torrecera por el tiempo, aunque se dará próximamente. Y ha hechos hablado con el maestro Ortega Cano, con Espartaco, con matadores de toros que han sido alumnos de la Escuela. Con el maestro Paco Ojeda, recientemente galardonado, con la medalla de oro, y que me ha dicho que aparecerá. Y el maestro de Jerez Juan José Padilla y su hermano Jaime, que ha sido alumno de la Escuela...
— Dos toreros que se hicieron en la Escuela,. Pérez Mota y David Galván, van a confirmar la alternativa en Las Ventas. ¿Ya siente la emoción?
— Una emoción que hago extensiva a todo el equipo de trabajo en estos veintiocho años de existencia de la Escuela. El año pasado cogí el coche cuando Octavio Chacón confirmó su alternativa. estuve en Madrid. Es muy emotivo ver que un chaval que ha estado durante un tiempo en la Escuela sube la escalera. Que dos toreros tengan su confirmación en San Isidro es un orgullo, que alguno debute con picadores es un orgullo. Yo tengo ya que empezar a recontar. Nosotros lo que hacemos es abrirles las puertas para iniciar sus caminos y luego ellos, y la gente que están alrededor, consiguen que sean matadores de toros. Nosotros ponemos la primera piedrecita. Pero es algo muy bonito. No se puede imaginar las sensaciones que uno tiene, como cuando me fui a ver la alternativa de Jesuli en la Ferie de Sevilla, con aquellas figuras del toreo y su triunfo. Es muy emocionante porque recuerdas cuando llegaron. El día que tomó la la alternativa Sandra Moscoso. Son momentos muy bonitos que te hacen recordar las vivencias y los compartimos todos el equipo que ha trabajado en la Escuela
— Me ha hablado de Jesuli. Triunfo grande en Sevilla y ahora lo tiene casi imposible para torear. Qué ingrato es todo esto.
— El torero tiene que nacer y luego tiene que trabajar mucho para hacerse, pero luego hay algo que es muy importante que vaya siempre con él y es la palabra suerte. La suerte en el toreo es muy importante. Me decía Parrrilla, que en gloría esté, que lo que está para tí está para tí y que los que no está, por mucho que lo intentes, no está. Y llevaba mucha razón porque yo conozco a muchísima gente que tiene muchas condiciones para ser algo grande y por una cosa u otra y, al final por el llamado factor suerte, no llega. Ser torero es de las cosas más difíciles del mundo y ser figura del toreo es un milagro. Nadie se puede imaginar el valor que tiene estar de figura quince o veinte años. El valor que tiene Juan José Padilla de haberse mantenido, independientemente de sus cogidas, en esas ferias, con esas corridas tan importantes o lo que hizo El Juli el otro día en Sevilla. Eso es un verdadero milagro. A veces no me lo explico y mira que que lo he luchado y lo he peleado, pero es algo apasionante, durísimo. Dentro de unos días estaremos con el Aula taurina y habrá dos figuras que nos contarán su experiencia.
— ¿También lo organiza la Escuela?
— Sí, junto a la Universidad de Cádiz. Y esa Aula tendremos la oportunidad de que nos cuenten sus experiencias dos grandes toreros como son Juan José Padilla e Iván Fandiño. Mire, en estos momentos, fuera del mundo del toreo hay dos grandes personajes. Me refiero a gente que aparecen en sitios donde no se habla de toros, en periódicos que no dedican espacios a los toros y esos son José Tomás y Juan José Padilla. Y otros que están luchando como es el caso de Iván Fandiño. Lo ví en Valencia y en Arles lo que está haciendo por abrirse la puerta. Y ya está en el escalafón alto, pero si el mundo conociese el esfuerzo tan titánico que hay que hacer para conseguir ser figura. Yo les digo a los alumnos que en la vida no solo hay que hacer cosas para conseguirlas, porque si no se consigue te queda la gran experiencia. No te puedes hundir. Los jóvenes se tienen que dar cuenta que cuando un sueño se rompe hay que intentar otro y que si se van que lo hagan con esa ilusión y que tengan en cuenta que el mundo del toreo nunca va a tener cómo agradecerle a las escuelas taurinas que nos hayamos ocupado del trabajo de base, porque en el fútbol el propio fútbol se preocupa de la base. Tampoco los aficionados han hecho de aquí atrás mucho los aficionados jóvenes. En las Escuelas estamos formando chavales que van a las novilladas, que a veces son gratuitas. Va el niño, va el abuelo con sus nietos, se va haciendo afición. Hacemos una promoción. La onda expansiva que se genera a través un alumno es impresionante. Las Escuelas llevan funcionando con fuerza unos treinta y cinco años, desde que se creó la de Madrid y si no hubiese habido escuelas el relevo en los toreros hubiese sido mucho más difícil. Miras los carteles y en un noventa y cinco por ciento están compuestos por gente de las escuelas, por gente que tuvieron una puerta por donde salir.
Fue un gran torero al que no la suerte no le sonrió excesivamente. Ha sido director artístico durante muchos años de la Escuela y ahora también es su director “aunque sigo siendo profesor” y al tiempo que enseña la técnica, le trasmite su pasión. A Antonio Lozano la pasión le desborda en sus palabras. Se le ve entusiasmado, sabiendo que lo que hace tiene repercusión y que puede dar vida a chavales que buscan cobijo en el mundo del toreo. Dice que “no me atribuyo esa pasión, lo que pasa es que nací torero y he vivido como torero, independientemente de que mi actividad haya ido por otros rumbos y esté dentro del área de Cultura del Ayuntamiento. Pero esa pasión la ves en Juan José que lleva la Escuela de Salamanca o en El Bote en Madrid o en Galloso, en El Merlo, es una actividad muy bonita y que además genera muchas cosas cosas económicas a la ciudad. Si este fin de semana viene la Asamblea, vienen quince escuelas, con sus gentes, con sus copas, con su estancia”. Y además “si no le echamos pasión cómo transmitimos a los chacales. Hay que creer en lo que se hace”. Como cree en la continuidad de un trabajo en el que ha sucedido a Eduardo Ordóñez
— Eduardo ha hecho un trabajo extraordinario. Ha conseguido que la Escuela tenga un prestigio y además con la Asociación sigue al pie del cañón. Todos hemos aprendido mucho de él. Ya dejó la dirección al finalizar el curso pasado y yo la he asumido al comenzar éste. Tengo contacto diario con él, ya que es otro apasionado de esto.
Un apasionado es Antonio Lozano que comparte horas con su equipo de trabajo. Este año se ha restituído la clase de Historia del Toreo, de nuevo ha vuelto el preparador físico “Pepe Márquez que, por motivos personales no había podido estar y al los chavales echaban mucho de menos”, Rafael Valenzuela, Eugenio, el que fue mozo de espada de Rafael de Paula, “nos está ayudando otro profesor como es Cámara y Javier López Peregrino que ha estado muchos años en la élite con los rejoneadores. Es muy inquieto, joven y trabajador. El equipo sigue siendo muy importante, como lo fue en la época de Eduardo”. Profesores y toreros de futuro como “Ignacio Bonmati, Miguel Andrades, Cristóbal Hormigo, Eloy... hay unos pocos chavales que están ahí y hay otros que son becerristas y que vienen empujando. Lo que se necesitan es que tengan oportunidad de estar en novilladas. Solo una empres,a la de Carmelo y Caba han dado una o dos novilladas sin picadores. Es complicado por la reducción de espectáculos. Antes un chaval podría estar en tres o cuatro años para salir y ahora deberá esperar algún tiempo. Donde no ha habido reducciones es en el proyecto de la Asociación Andaluza”. Y es que, al hilo de un artículo de Carlos Núñez, Lozano piensa que hay que cambiar las estructuras de la Fiesta.
—Hay que cambiar la estructura del espectáculo. El espectáculo está concebido como hace cincuenta años. No lo que enseña, sino cómo se monta y la actualidad demanda otra cosa. Hay que cambiar estructuras. Lo que fue muy bueno hay que modificarlo, no quitarlo que yo soy muy respetuoso con el pasado, pero hay que adaptarse a los nuevos tiempos. Hoy los chavales ven una faena a los diez minutos. Yo sé como salvar las novilladas sin caballos, abaratando el coste al máximo tratarlo como un tema amateur, no profesional. Afortunadamente las clases prácticas están ahí, no se cobra, pero se genera afición. Mire, en la tauromaquia de Goya se ven cosas que hoy en día serían una barbaridad, como ver a un toro rodeado de perros. Yo voy a colegios a impartir clases de tauromaquia y digo que voy a contar una historia, no a defender la fiesta y que ellos cojan el dulce o lo dejen. Lo que no quiero es que se odie porque no es odiable por su grandeza, por la embestia, por la luminosidad...
