Durante el acto formal estuvieron presentes también el concejal delegado de Cultura, Juan Carlos Galindo, y el párroco de Santa María la Coronada, Juan Pedro Varo.
El convenio tiene una cuantía económica de 18.000 euros, justo la mitad del coste de la restauración de la pieza, ubicada en un lateral del altar mayor de la parroquia.
El 50 por ciento restante lo costeará la Junta de Andalucía, que además debe autorizar la restauración y elegir al equipo restaurador de la pieza.
El retablo, el cual data del siglo XVIII, es de una gran belleza y, a juicio de los restauradores consultados, tiene una gran importancia. En el centro del retablo se haya una imagen de la Ascensión de la Virgen, de unos 50 centímetros y que, junto a los candelabros, también será restaurada.
El retablo tiene aproximadamente tres metros y medio de alto por dos y medio de ancho, y la restauración se realizará in situ, a excepción de las imágenes y de los candelabros, los cuales serán trasladados a un taller.
Participación
Tras la firma del convenio, Vázquez indicó que “Cepsa nos tiene acostumbrados a que no hay un movimiento cultural en el que no participe, por lo que le estamos muy agradecidos”.
El alcalde se mostró complacido por que “podamos recuperar con este convenio parte del patrimonio cultural de todos los sanroqueños”.
Además, Vázquez recordó que “justo hace unos días hemos tenido también oportunidad de felicitarlos por un número especial de la Revista Alameda, patrocinado por Cepsa y dedicado a Oficios y actividades para el recuerdo”.
Por su parte, Pérez de Haro señaló que “estamos convencidos que, con nuestra aportación económica y el nivel técnico de los restauradores, vamos a recuperar una pieza importante”.
Pérez anunció que, pese a los momentos de crisis vividos actualmente, “nuestro interés es seguir colaborando en el desarrollo cultural del municipio de San Roque, y esperamos que ello pueda seguir siendo así”.
Asimismo, Galindo afirmó que “las relaciones entre el Ayuntamiento y Cepsa son excelentes, como lo demuestra la firma de este convenio, que va a posibilitar la restauración de este retablo, de un valor artístico impresionante”. Galindo agradeció la aportación, “que nos va a permitir recuperar para todos los fieles y visitantes a la parroquia, que son muchos, un trozo del patrimonio cultural del municipio”.
Por último, Varo agradeció a Cepsa y al Ayuntamiento su gesto, asegurando que “cada vez que restauramos algo no sólo recuperamos el objeto en sí, sino también parte de nuestra historia”.
El sacerdote recordó que hace varios años “Cepsa también se encargó de la restauración de dos grandes cuadros, situados a los lados del altar mayor”.
Lamentable estado
Concretamente, se trató de los cuadros Asunción de la Virgen y San Juan en el desierto, los cuales se encontraban con un lamentable estado. El retablo que se restaurará merced al convenio está concebido como una estructura plana y sus esquemas no varían mucho de los empleados en los grandes retablos del siglo XVII.
El retablo del Sagrario está compuesto por un banco de metal plateado (de 3,25 metros por 0,97 metros), por un cuerpo central articulado en tres calles y por un ático.
El cuerpo principal, de 3,60 metros de ancho por 2,60 metros de alto, está dividido a su vez en tres calles. En la central se sitúa la puerta del Sagrario, con un relieve de la Anunciación de la Virgen, realizado en madera tallada y dorada, y una hornacina central con la imagen de la Virgen de la Asunción. En las calles laterales se encuentran dos repisas talladas, donde se ubican dos esculturas no originales al retablo.
En el ático del retablo se encuentra un relieve en forma de medallón ovalado, realizado en madera tallada dorada policromada y estofada, que representa la Sagrada Cena.
A los lados del relieve, dos pinturas al óleo sobre tela, que representan los bustos de Jesús y de María.
El retablo está realizado en madera tallada dorada en oro fino y está constituido por un cuerpo central, dividido en tres calles, siendo el segundo cuerpo el ático, quizás la parte más singular de la obra, pues contiene un relieve de estructura lobulada que representa la Sagrada Cena. Parece tratarse de un relieve reutilizado de un anterior retablo. Su estilística se asemeja más a facturas del siglo XVI.
A los dos lados se sitúan dos telas con las efigies de Cristo y de la Virgen. Ésta última es una copia antigua de una imagen que procede de Giovanni Battista Salvi, llamado también Sassoferrato (1609-1685). En la calle central se aloja una imagen de la Virgen de la Asunción, de traza barroca. A los lados, San Antonio Abad y San Tarsicio, ambas imágenes no originales al retablo.
La cronología del conjunto debe situarse entre 1750 y 1780.
