La alcaldesa, Mamen Sánchez, y la delegada de Juventud, Ana Hérica Ramos, han realizado junto con técnicos municipales una visita de supervisión a la
Sala El Callejón de los Bolos para comprobar el resultado de las actuaciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento para adaptar este equipamiento como
nuevo espacio joven multifuncional. Posteriormente, se celebrará una reunión con una comisión de entidades de juventud, para abordar, entre otros asuntos, las posibilidades de dinamización de este espacio.
En la visita técnica ha estado presente también
Raúl Ruiz-Berdejo, portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento.
El objetivo de esta iniciativa es ampliar los espacios de creación y expresión juvenil con que cuenta el Ayuntamiento, de manera que el Callejón de los Bolos se convierta en un punto de encuentro para jóvenes que quieran desarrollar actividades creativas y de dinamización, y dar cabida a nuevas expresiones artísticas o formativas. Asimismo, el Callejón de los Bolos incluirá también una zona de encuentro y convivencia para adolescentes de entre 12 y 17 años, para que puedan reunirse con amigos o realizar actividades lúdicas.
La idea del Ayuntamiento, por tanto, es optimizar al máximo este espacio, que fue rehabilitado de forma integral por el Ayuntamiento para renovar sus instalaciones y tenerlas a punto para nuevos usos.
Igualmente, y en el marco de este proceso de optimización del uso de los equipamientos municipales, lse ha informado que se está llevando a cabo una adaptación de la Sala Paúl para acoger una sala de estudios, concretamente, en la zona destinada a sala de exposiciones.
Proyecto de consolidación y rehabilitación
Cabe recordar que en 2021 se ejecutó un proyecto Rehabilitación y Consolidación Estructural en el Callejón de los Bolos, que es la única edificación conservada del antiguo conjunto bodeguero Agustín Blázquez. Esta actuación estuvo cofinanciada por la Unión Europea mediante el Programa Operativo de Crecimiento Sostenible FEDER 2014-2020, a través de la estrategia EDUSI, con un presupuesto de unos 300.000 euros.
En aquella ocasión, se llevaron a cabo una serie de obras, entre las que se encontraban reparación de cubiertas y otras destinadas al cumplimiento de la normativa de accesibilidad, como fueron labores de desmontaje de elementos diversos, apuntalamientos de forjados de vigas de madera en mal estado o de recalce de la cimentación y estabilización del terreno.