El hermano mayor de la Hermandad de la Piedad, Enrique Espinosa, asegura que la cofradía se incorporará este año al Sábado Santo con vocación de permanencia, pero no oculta que
el cambio entraña un riesgo dado que la experiencia anterior -entre 1957 y 1983- dejó un sabor agridulce en el seno de la corporación radicada en la capilla del Calvario.
“Nosotros llegamos al Sábado Santo para quedarnos, pero si ocurre lo que ocurrió en 1982 ó 1983, que no nos acompañaba ni nos veía nadie..., entonces imagino que el propio obispo plantearía una vuelta atrás”, admitió este martes en el programa
Luz de Pasión, que se emite semanalmente en
7 TV Jerez.
Espinosa tiene claro que el asunto de la recuperación del Sábado Santo como jornada procesional
“no se ha llevado cómo debía”, porque faltó comunicación y “todo eran hipótesis”.
Ahora, con independencia de que las cosas se hayan hecho “mal o regular”, lo que toca es
“apostar por el futuro” y centrarse en organizar
un Sábado Santo “lo más digno posible” en el que Jerez “esté orgulloso del Santo Entierro”.
La Hermandad de la Piedad tratará de preparar un cortejo “lo más importante posible” y en este sentido parece contar con el respaldo del propio obispo, monseñor Rico Pavés.
Uno de los objetivos de la cofradía es contar con
representaciones de todas las hermandades de la ciudad, “a ser posible con túnica y desde el Calvario hasta la Catedral”.
La cofradía también tiene en mente incorporar un
cortejo litúrgico que le otorgue más prestancia. Espinosa está “encantado” con volver a procesionar el Sábado Santo, pero con la “responsabilidad” y la experiencia del pasado.
“Los últimos años -1982 y 1983- fueron muy lastimosos. Es muy triste ir por una calle solo, por dentro y por fuera. Los mayores tenemos todavía ese recuerdo. Creo que este obispo no se merecería que volviera a ocurrir lo que ocurrió entonces. Tenemos que devolverle todo lo que ha hecho por la recuperación de esta jornada”, añadió.
Por último, suscribió las palabras del propio prelado en 7 TV, cuando consideró apropiado otorgar el protagonismo de esta jornada a la Santísima Virgen, coincidiendo también con monseñor Rico Pavés en el papel de la piedad popular.
“Si con el Sábado Santo conseguimos tres padrenuestros más, el objetivo está cumplido”, zanjó.