La
Hermandad del Rocío de Jerez concluyó a última hora de la tarde de este jueves la que va a quedar ya para la historia como la romería del reencuentro por aquello de las dos suspensiones consecutivas motivadas por la crisis sanitaria.
La
carreta del Simpecado se hizo presente ante la portada principal de la
iglesia de Santo Domingo al filo de las ocho y media de la tarde, bastante más temprano de lo que había sido habitual en los años anteriores.
Fue a partir de entonces cuando pasaron ante el Simpecado la totalidad de las carretas y vehículos a motor que completaron el camino, un momento especialmente emotivo y que sirve de algún modo de homenaje y reconocimiento para todos esos romeros.
Apenas unos minutos después de las nueve de la noche el Simpecado abandonó la carreta para acceder al interior de la iglesia de Santo Domingo, donde se escucharon las últimas sevillanas, los últimos vítores a la Blanca Paloma y la última salve dedicada a la Virgen del Rocío.
A las nueve y cuarto de la noche sonó la Salve de Jerez, ya con el Simpecado ocupando el altar mayor del templo dominico.
La Hermandad de Jerez culminó así una jornada de camino especialmente dura, marcada por las altas temperaturas, el viento de levante y el siempre dificultoso caminar por la carretera del Barroso.
Nada que ver por tanto con el miércoles de inicio de la romería, donde el aire de poniente rebajó de manera notable la temperatura.
La de Jerez fue la última hermandad en hacer su embarque en Bajo de Guía. Según la Junta de Andalucía, las filiales gaditanas han regresado con 141 vehículos pesados, 428 vehículos ligeros, 318 caballos, 60 carretas y 4.520 romeros.
Las cifras son lógicamente inferiores a las que se registraron en los embarques de ida hacia Doñana, ya que entonces el número de personas que cruzó la desembocadura del Guadalquivir se elevó a 10.028, contabilizándose también 1.135 caballos.
La romería del Rocío de 2022 -la del esperado reencuentro- ya es historia.