El incremento de casos por Covid 19 lleva días saturando la atención primaria y, en el día de ayer, llevó al “colapso” al hospital de Jerez, tal y como denuncian desde el sindicato CSIF, quien achaca el problema a la falta de profesionales sanitarios para atender la alta demanda registrada en el servicio de Urgencias. De hecho, critican que el hospital no ha podido habilitar un nuevo ala para enfermos covid ante la falta de personal que se haga cargo de ellos.
“La situación del hospital de Jerez y de la Atención Primaria en el distrito sanitario es insostenible”, exponía ayer el citado sindicato en un comunicado, quien achacaba el problema la “falta de previsión en la contratación de profesionales por parte de la Consejería de Salud”.
Según relatan, en la mañana de ayer se encontraban 30 pacientes en el servicio de Urgencias pendientes de ingreso en planta o de su traslado al San Juan Grande. No solo eso, exponen que la planta de Neumo-Covid está ya al completo “y con los profesionales sometidos a una presión máxima”, hasta el punto de que han tenido que prescindir de la sala que tienen para comer para dar cabida a nuevos pacientes y evitar abrir un nuevo ala, “ya que el problema es que no tienen personal para atender nuevas hospitalizaciones”.
Según sus datos, la ratio de profesionales que atienden a pacientes Covid ha aumentado con respecto a olas anteriores, pese a que la incidencia actual es superior a la de olas anteriores, lo que, aseguran, está provocando que haya sanitarios que hayan renunciado a sus contratos.
Alberto Puyana, delegado provincial del CSIF, en declaraciones a 7 TV Noticias Cádiz, insistía ayer en criticar la “precariedad” en la contratación por parte del SAS, pese a las peticiones realizadas al respecto y a las que “han echo caso omiso”, por lo que considera que ha llegado la hora de “pedir responsabilidades”, ya que no se puede dar cobertura a las exigencias de la población.
La falta de rastreadores
Desde CSIF reclaman poner una “solución ya” al problema de la falta de rastreadores, algo que vienen denunciando desde hace un par de semanas. “Esta figura se mantuvo vigente bastantes meses hasta que se decidió no renovarlos”, expone Alberto Puyana. “Actualmente el número de rastreadores está por debajo del tercio de personas que hacían esta labor durante la quinta ola. Algunos centros llevan retrasos de 10 días desde que el paciente comunica el positivo hasta que se contacta con él, con lo cual esto motiva malas contestaciones a los profesionales”.
