Asaja-Cádiz cifró este jueves en 280 millones de euros el recorte que la nueva Política Agraria Común (PAC) aplicará a las ayudas que percibirán los agricultores y ganaderos de la provincia en los próximos siete años, a razón de unos 40 millones de euros anuales.
El presidente de la organización agraria, Pedro Gallardo, calificó de “hachazo” y “estropicio” esta nueva PAC, que debe entrar en vigor a partir de 2023.
Gallardo lamentó la falta de información oficial por parte del ministerio, explicando que estos cálculos se elaboran en base a las “filtraciones” que van llegando desde la consejería y personas próximas a las administraciones públicas.
En base a esas primeras estimaciones, los cultivos más perjudicados por la reforma de la PAC serían el trigo duro y la remolacha, lamentándose en este último caso desde Asaja que España vaya a recibir 17 millones de euros y se destinen 15 a la remolacha de siembra otoñal, que es la que se cultiva en el norte cuando “el esfuerzo que hay que hacer en ambos casos es el mismo”.
Asaja-Cádiz está divulgando la información de que dispone entre sus asociados, que “están poniendo el grito en el cielo” ante lo se les viene encima, según aseguró Luis Ramírez, secretario general de la organización.
Ramírez responsabiliza de los contenidos de la reforma al Ministerio de Agricultura, pero “echa en falta” una “actitud más beligerante” por parte de la Junta de Andalucía, considerando que “se podría hacer algo más” para defender los intereses de los agricultores y ganaderos de la Comunidad autónoma.
De ahí que tanto Gallardo como Ramírez reclamaran unidad de acción a la hora de tratar de evitar una reforma que “castiga” especialmente a las provincias de Cádiz, Córdoba y Sevilla y que beneficia a otras regiones españolas.
“Tenemos margen de actuación hasta final de año e incluso algo más allá, pero el palo que nos van a dar es tremendo”, concluyeron.
