La concejala de Economía y Hacienda, María Orozco, valoró ayer las medidas puestas en marcha en el Ayuntamiento para racionalizar el gasto y reducir la deuda existente. Medidas que, según dijo, van a permitir hacer frente a buena parte de las obligaciones que tiene contraídas el Consistorio con proveedores correspondientes a anteriores mandatos. En concreto, anunció que, si se cumplen las previsiones de liquidez, abonarán facturas pendientes de los años 2016, 2017 y 2018, con lo que la deuda pendiente comenzaría a contar a partir de enero de 2019. La suma a la que se hará frente, previsiblemente a lo largo de los meses de febrero y marzo, ronda los 700.000 euros, señaló Orozco. En los organismos autónomos, en la Escuela Taller se prevé que sus deudas queden a cero en marzo como paso previo a la disolución de la entidad, un paso asociado a la aprobación de los nuevos presupuestos municipales. En cuanto al Centro Especial de Empleo, después de hacer frente a unos 200.000 euros de impagos, quedan por saldar otros 400.000.
Para la concejala de Hacienda, otra prueba de los avances en el saneamiento de las cuentas “heredadas”, es que, por primera vez en los últimos ocho años, no ha sido necesario que el Ayuntamiento recurra al anticipo de la recaudación de los ingresos del Estado para contar con liquidez. “Esto supone que el Ayuntamiento no ha tenido que acudir a entidades financieras para solicitar un préstamo por la cantidad que se espera recaudar y no ha sido necesario porque había liquidez suficiente en enero para llegar hasta marzo con dinero, que es cuando comienza el calendario fiscal”, ha desvelado. Y aclaró que la decisión aprobada por el Pleno en enero, de solicitar un adelanto de la PIE estaba basada solo y exclusivamente en el afán de “prevenir” posibles imprevistos, “ya que, realmente, no era necesario, contábamos con 10 millones de euros para abonar las nóminas de todo el primer trimestre del año y 2 para gasto corriente en ese momento”, precisó la edil de Hacienda.
El Consistorio también ha localizado deuda ya prescrita, lo que ocurre a los cuatro años. “En el sistema de contabilidad del Ayuntamiento vamos arrastrando obligaciones desde los años90 del siglo pasado, que nos computa negativamente para el periodo medio de pago a proveedores”, dijo Orozco, tras señalar que se ha hallado más de un millón de euros que no tiene que contabilizar como deuda, por estar ya prescrito.
