La Caja Rural de Jaén amanecía el pasado viernes, día en que se celebró su Asamblea General de Socios, con 537 millones de euros disponibles en su tesorería, una cifra que hablaba por sí sola la solvencia y la liquidez de la entidad. Bajo la presidencia de José Luis García-Lomas, acompañado del secretario Patricio Lupiáñez, el subdirector y gerente de su fundación, Luis Jesús García-Lomas, el director general, Enrique Acisclo, desgranó las cifras del último ejercicio que apuntalaban “los excelentes niveles de solvencia y liquidez”, algo que según Acisclo “permiten afrontar el próximo ejercicio con la confianza de mantener la línea de crecimiento de los últimos años”, conscientes, sin duda, de los retos a los que se enfrentan. La Caja Rural de Jaén ha pasado de los 12’4 millones de euros de beneficio antes de impuestos en 2013, a los 17’9 del pasado año.
Estos datos son más que significativos, si se tiene en cuenta que 2016 ha sido el primer ejercicio completo desde que se culminó el proceso de fusión por absorción de Novanca por parte de Caja Rural, algo que su director general define como “un proceso rápido y eficiente que ha supuesto el incremento inmediato de la presencia de la Caja Rural de Jaén en Getafe, Móstoles, Leganés y Alcorcón, aunque la entidad jienense ya estaba asentada en la Comunidad de Madrid desde 1995. Con todo, a final de 2016, el ratio de morosidad de la entidad se situó en el 6’34 por ciento, un punto menos que el año anterior y muy lejos del 9’17 por ciento del sector bancario español.
Esa solvencia y esa liquidez provoca, por un lado, que el número de créditos y préstamos pudiera crecer en 2016 un 25 por ciento, concediendo 11.178 préstamos y 1.406 créditos, por valor de 351 y 247 millones respectivamente, y que los depósitos de los clientes se incrementaran en un 7’85 por ciento, una cifra muy superior a la experimentada por el resto de cajas rurales que conforman la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR), en la que la jienense es la séptima en activos totales medios y la sexta en excedente neto.
Oficinas y empleo
Al cierre de los ejercicios 2016 y 2015, Caja Rural de Jaén desarrollaba una actividad comercial a través 153 oficinas a las que se unen los 18 centros que aporta la dependiente Red Novanca. Aunque la implantación de la entidad se extiende fundamentalmente a la provincia de Jaén, también existen sucursales en Córdoba, Madrid y Barcelona. En lo que respecta al número de empleados, al final del pasado ejercicio, la Caja Rural de Jaén tenía contratados a 486 trabajadores, ocho más que el año anterior, de los cuales un 44’6 por ciento son mujeres, manteniendo en este caso, el mismo porcentaje, tras las incorporaciones de 2015.
