Como un polvoriento y desértico susurro a caballo entre Johnny Cash y Nick Cave y la liturgia fronteriza de un músico tan vital como la oscura atmósfera que ha cubierto su primer trabajo en solitario, “Canciones defectuosas”, de Javier Arnal regresa hoy a la capital, a la Sala de Estar Señora Ciempiés, a partir de las 21 horas, para agradecer el calor y el respeto con el que el público de Jaén, en esa misma sala, lo acogió el pasado año, cuando comenzaba la gira de presentación de su disco.
“Sin lugar a dudas ha sido el concierto en el que más atención y respeto he recibido”, asegura Arnal. Admirado y reconocido como músico (guitarra) durante años de ‘Corcobado y Los Chatarreros de Sangre y Cielo’, recuerda que aunque muchos amigos le animaban a grabar un disco en solitario nunca quiso hacerlo, limitándose a decir que cuando cumpliera los 50 años. Pues bien, cayeron como agua bendita para su parroquia en forma de trece ‘Canciones defectuosas’, o lo que es lo mismo, una pequeña perfección defectuosa en la que Arnal, a través de Muelle Récords, ejemplo de valentía editora, sale de su retiro fronterizo en el desierto de Tabernas para dar luz con su oscura voz a un panorama mortecino en lo musical, que como le pasa a todas los finales de década, circunda una creatividad que expira poco a poco. Explica Javier Arnal que ‘Canciones defectuosas’ es un disco íntimo, el que quería hacer. “Ha quedado como queríamos que quedase gracias a Muelle Récords, que son unos valientes”, añade.
Aunque el de Jaén será uno de sus últimos conciertos, aún le quedan algunas fechas, entre ellas Córdoba y Madrid para completar este viaje al lado más sincero del country, del surf o del gospel, entre otros muchos estilos que tamiza entre su universo de sollozos y poesía. Pero sobre todo, aún le quedan muchas paradas porque ya está preparando su siguiente disco. “Me han encargado varias composiciones que he ido haciendo y cuando me he dado cuenta, ya tengo el siguiente disco”, bromea Arnal. Señoras y señores, desempolven sus peores galas, agárrense fuerte y disfruten de esta defectuosa perfección esta noche en la Señora Ciempiés. Que empiece la función.