Cocinar y disfrutar de la vida cultural de Jaén. Vocación, experiencia y excelencia culinaria. Es lo que hace el reconocido chef jienense Fran Cuadros desde el 6 de octubre de 2014, cuando abrió junto a su socio Emilio Martín, la Taberna Gastronómica Atípica Mangasverdes, en la calle de moda de la capital: Bernabé Soriano. Cumplió su sueño. Aunque se fue a Madrid para formarse en Cocina en la prestigiosa escuela 'Le Cordon Bleu', sabía que volvería a Jaén para elaborar en sus fogones la cocina que saborean los paladares jienenses.
Fran Cuadros es de la Estación de Linares-Baeza, tiene 33 años y desde los 18 años ha vivido en la capital, a donde se trasladó para estudiar Ciencias Ambientales. Su vida dio un giro al levantarse un día y decidir que quería ser cocinero, formarse en la mejor escuela y emprender en Hostelería en la tierra en la que le gusta vivir. “Siempre me ha gustado cocinar. Amigos y familia confiaban en mis posibilidades, pero yo no estaba convencido. Hace tres años y medio que me di cuenta de que era lo que me haría feliz y me marché a Madrid sabiendo que volvería a Jaén, una ciudad con una oferta gastronómica que me encanta, pero en la que sabía que había hueco para mi cocina”, asegura.
En la delantera izquierda de su chaqueta blanca se lee 'Le Cordon Bleu' y ello le hace recordar una de las etapas formativas más exigentes que un cocinero puede imaginar. Le costó dinero, los ahorros de su vida, y pasar “exámenes diarios”, pero consiguió una formación con la que ahora deleita los paladares.
Siguió con prácticas en 'El Club Allard' de Madrid (dos Estrellas Michelín) y más tarde consiguió su primer contrato como cocinero. Ya en Jaén, para Fran Cuadros “poder hacer lo que te gusta en la ciudad que te gusta vivir es lo mejor”. La localización de su taberna atípica, donde cocina platos diferentes, exquisitos y cuidados para todos los bolsillos; le permite vivir la esencia de la capital. “Cocino y no me pierdo nada de Jaén”, asegura.
Abrumado por la respuesta de los jienenses, afirma que “si tu local se llena por tu cocina, el camino es más fácil”, asegurando que en él y su equipo “nunca han decaído los ánimos” porque tuvo claro que lo que aprendió en la mejor escuela del mundo tenía que llegar a Jaén para que lo disfrutara su gente. “Si no eres exigente contigo mismo nunca ofrecerás nada de calidad. Casi nunca estoy contento con lo que sale de cocina”, reconoce.
Sin embargo, la respuesta social le da la confianza de que su cocina gusta y mucho. “La carta está basada en la cocina tradicional, en los productos de Jaén, pero también innovo con productos de fuera y cuidando las elaboraciones”, dice. Su sueño no se detuvo en Madrid. Después de un año sigue soñando en Jaén y asegura que su futuro está cocinando para los jienenses.
