La COAG-Andalucía celebró ayer en Jaén la reunión de su sectorial del olivar, y en la rueda de prensa previa el secretario general, Miguel López, destapó la caja de los truenos al revelar un supuesto fraude en la comercialización de aceite de oliva. “Hay producto que se está comercializando en este país que no se corresponde con lo que pone en la etiqueta. Y el Ministerio de Agricultura lo sabe. Esto es un engaño para el consumidor, que compra una cosa y se come otra. No es un perjuicio para su salud, pero sí para su bolsillo, y también para un producto excelente, que se ve perjudicado por estas prácticas especulativas”, dijo, tajante, Miguel López, sin querer revelar las marcas de las aceiteras supuestamente infractoras.
Desde la COAG se pide al Ministerio que extreme los controles para garantizar la calidad del aceite y la transparencia del mercado y que las infracciones de la ley se sancionen con dureza, ya que “suponen un engaño al consumidor y tiran por tierra el esfuerzo por la excelencia que viene realizando el sector olivarero”, dijo López.
Por su parte, el secretario provincial y responsable de olivar de COAG Andalucía, Juan Luis Ávila, al hacer balance de la campaña habló de una subida moderada, con precios medios de 2,80 euros/kg, cuando el límite de la rentabilidad que fija el Ministerio es de 2,50 euros.
“El olivarero se arruina, pero el consumidor tampoco se beneficia”. Por eso, Ávila reclamó que se apliquen los mecanismos de ordenación de los mercados que aún conserva la PAC, y pidió sanciones ejemplarizantes contra prácticas ilegales como la venta a pérdidas.