“Esto es una vergüenza”, decían ayer tarde algunos de los vecinos del Puente de la Sierra que se vieron obligados a abandonar sus casas al mediodía ante el peligro de inundación. Los 23 litros de agua por metro cuadrado caídos en la capital y los 45 en el pantano del Quiebrajano hasta las ocho de la tarde pusieron una vez más en jaque a todas las zonas residenciales de las afueras de la ciudad, cuyos ríos se desbordaron en muchos puntos y estuvieron, al mediodía, a punto de saltar los puentes.


Según explicó el presidente de la asociación de vecinos ‘Puensi’ del Puente de la Sierra, José Miguel Díaz, alrededor de 20 parcelas se vieron anegadas en la tarde de ayer y cerca de 20 familias tuvieron que abandonar sus viviendas. “Nos han salvado las escolleras que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir hizo hace unos veinte días”. Sin embargo, los vecinos se mostraban indignados tras otra jornada mirando al cielo. “Que quiten los paneles informativos que instalaron. ¿Para qué los queremos, si no funcionan?”, comentaban concentrados en la puerta de la tienda del Portazgo.

Pantano
Sin embargo, fue la decisión de cerrar las compuertas del pantano del Quiebrajano, la que salvó de unas inundaciones más graves a los 5.000 vecinos que viven en  ‘Los Puentes’, según informaron los agentes de la Guardia Civil. Las aportaciones que se venían produciendo en los últimos días a los caudales de los ríos hubieran provocado una crecida aún mayor.


El embalse se encontraba a última hora de la tarde al 91’6 por ciento de su capacidad, registrando un incremento de un punto y medio respecto a la semana pasada, como consecuencia de las intensas lluvias de los últimos días y de los controles a la hora de desembalsar agua.


A partir de las ocho de la tarde el temporal comenzó a remitir y según informa la Agencia Estatal de Meteorología hoy remitirán las lluvias, que podrían volver a partir del próximo domingo.