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Jaén

El Corpus Christi bendice a los jiennenses

La Misa ha llenado la Catedral y ha estado presidido por el Obispo Cde Jaén, Sebastián Chico, con presencia de autoridades políticas, civiles y militares

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En procesión.

Misa del Corpus Chisti.

La Catedral ha celebrado  este 11 de junio la Misa del Corpus Christi. En el primer templo de Jaén, con aforo completo de fieles, se han dado cita numerosas autoridades civiles y militares. Entre ellos, miembros de la Corporación Municipal en funciones; la Subdelegada del Gobierno; el Comisario Provincial de la Policía Nacional; el Subdelegado de Defensa; Policía Local y miembros de la Universidad de Jaén, que cada años son fieles a su cita con Jesús Sacramentado. Del mismo modo, han estado presentes los representantes de la Cofradías de Pasión y Gloria de la ciudad de Jaén; la Agrupación de Cofradías, las Hermanas Eucarísticas de Nazaret y el director Cáritas diocesana de Jaén, Rafael Ramos, acompañado por voluntarios de las Cáritas parroquiales de la ciudad, entre otros.

Las lecturas estuvieron participadas por miembros de la Junta de Gobierno de la Buena Muerte; por representantes de la Agrupación de Cofradías de la ciudad del Santo Reino. El Evangelio lo ha proclamado el Vicario General, D. Juan Ignacio Damas.

Las voces blancas de niños de la Escolanía Catedral, bajo la dirección de Cristina García de la Torre, y en el órgano, Alberto de las Heras, han puesto la nota musical a la solemne celebración.

Homilía

Después de abundar en el significado de la primera y segunda lectura, el Prelado jiennense ha expresado: “El Cuerpo de Cristo es el punto de encuentro en el amor. Dios le ama y está en Él, nosotros por la fe y el amor nos unimos a Él, y como alimento universal nos reúne a todos en torno a su mesa, en un mismo amor, haciéndonos hermanos”.

En el día que la Iglesia pone en el centro, de una manera especial, a la Caridad, el Obispo ha querido poner de manifiesto la gran labor que lleva a cabo Cáritas diocesana de Jaén, así como el trabajo callado, constante y amoroso de sus más de 1.500 voluntarios en la Diócesis, “El Corpus es el día de la Caridad, el día del amor hacia los más necesitados. La Eucaristía nos une, pero sobre todo con los más pobres, los más necesitados, para que los saciemos. Hoy, mostremos nuestra gratitud y reconocimiento por aquellas manos buenas y generosas que están al servicio de la caridad en nuestra Diócesis de Jaén, la gran familia de Cáritas, a los voluntarios, a los trabajadores y colaboradores, que dedican su tiempo y entregan al servicio de los necesitados”, ha dicho.

Para finalizar, ha pedido a los congregados que salieran a las calles acompañando a Cristo sacramentad, dando así testimonio de su fe.

Al finalizar la Comunión, se ha expuesto el Santísimo en la Custodia que ha sido llevada hasta la puerta del Perdón de la Catedral.

Una lluvia de pétalos caía sobre Cristo Eucaristía al atravesar la plaza.

Allí, sobre una alfombra de flores y sales de hermosos colores, con alusión, este año a la Jornada Mundical de la Juventud, ha dado comienzo la procesión.

El Santísimo Sacramento, la presencia real de Cristo en el mundo, ha sido custodiado por los sacerdotes de la ciudad en su recorrido por las calles de Jaén.

Los menores que este año han recibido los dones eucarísticos, en su Primera Comunión, acompañaban al cortejo, en el que también han estado presentes las representaciones de las Cofradías y Hermandades de la ciudad y la Escolanía de la Catedral.

Calles con juncias y plantas aromáticas, balcones adornados preciosamente, y bellos altares recibían al amor de los amores en un domingo que ha relucido más que el sol.

La bendición con el Santísimo desde los balcones de la Catedral de Jaén han sido el colofón en el día en el que Cristo sacramentado se encuentra con su pueblo como gesto de amor eterno.

La provincia de Jaén tiene una gran tradición eucarística y este día se celebra con profunda devoción y arraigo en muchas localidades, a lo ancho y largo del territorio diocesano, que hoy se levantaba con calles engalanadas, y altares efímeros levantados para recibir al “pan vivo que ha bajado del cielo”.

Algunas, como es el caso de Villardompardo y Villacarrillo, con Corpus Christi declarados como Bien de Interés Cultural.

 

 

 

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