Los trabajos arqueológicos en las ruinas de la iglesia de San Miguel, en el casco antiguo de la capital, han sacado a la luz espectaculares hallazgos como arcos apuntados y ménsulas labradas del siglo XIV y XV sobre las que descansaban las bóvedas del templo.
El alcalde de Jaén, Julio Millán, junto a la segunda teniente de alcalde, África Colomo, y el concejal de Cultura, José Manuel Higueras, ha visitado hoy los trabajos que el Ayuntamiento de Jaén desarrolla para la recuperación de este templo con cargo a la estrategia europea de Desarrollo Urbano Sostenible (DUSI) cofinanciada con fondos Feder y municipales y que cuneta con 1,5 millones de euros de inversión global.
Las labores se supervisan por técnicos municipales y el apoyo de la empresa Geocaminos.
En esta primera fase de arqueología de la arquitectura del templo, los trabajos iniciados hace apenas un mes han puesto de manifiesto “el gran acierto de recuperar San Miguel, Bien de Interés Cultural y en la Lista Roja del Patrimonio, abandonada y olvidada en los anteriores mandatos del PP y que encerraba siglos de historia en las cinco viviendas que escondieron durante dos siglos algunos de los secretos de la iglesia”, remarca el regidor.
Así, el desescombro coordinado y sistematizado por los arqueólogos y técnicos municipales ha permitido sacar a la luz la nave principal de la iglesia con sus arcos apuntados y unas ménsulas de piedra labrada sobre las que inicialmente en el siglo XIV o XV se apoyaba la techumbre de madera de la iglesia.
También se han identificado nuevos frescos y decoraciones de yeso en las capillas que han surgido de las viviendas y los trabajos avanzan para el descubrimiento en los próximos días del altar y el ábside de la iglesia. Son decoraciones que coinciden con la época de mayor esplendor de la iglesia, probablemente de los siglos XVI y XVII.
“Los técnicos han detectado además restos de construcciones de mucho tiempo atrás que con cautela hay que estudiar. Se trata de sillares tallados, columnas y diversos elementos que hacen pensar al equipo de arqueólogos que trabaja casi con precisión de cirujanos que pudo existir un edificio previo de época romana sobre el que se edificó en parte la iglesia de San Miguel”, subraya el regidor. Millán ha adelantado que la próxima semana se dará cuenta de todo el proceso al comité de expertos que asesoró en la puesta en marcha de los trabajos.
La documentación que existe sobre la iglesia de San Miguel la sitúa abierta al culto en el siglo XV, con una influencia gótica notable. Ya en el siglo siguiente se produce su ampliación y se convierte en templo de referencia. En la documentación extensa que acompaña a este proyecto en licitación se detalla que el templo tenía una factura similar a las iglesias de San Bartolomé y San Andrés con planta basilical y tres naves.
El templo quedó abierto hasta 1874 fecha en la que se procedió a su posterior venta y demolición parcial. Una buena parte de sus vestigios quedaron embutidos en las viviendas del entorno que se salvaron de este proceso. Entre ellos, destacan restos del ábside, el muro de la sacristía, una capilla y cripta laterales y el arranque de una de las torres. Ello motivó en este mandato un gran esfuerzo por parte del Ayuntamiento para adquirir esas viviendas y preservar estos restos.
No en vano, San Miguel es un Bien de Interés Cultural que se asienta en uno de los barrios más antiguos de la ciudad ya que, por un lado, se levanta en lo que fue la antigua Aurgi romana, lo que hace pensar a los expertos que puede haber restos de esta civilización en el subsuelo. Del mismo modo, y al igual que ocurre con otros templos jiennenses, como la Catedral y la Magdalena, muy cercana a San Miguel, es plausible que bajo lo que fue el templo cristiano en el que se intervendrá, se localicen testimonios de un lugar de culto musulmán, una mezquita, como ocurre con la aljama sobre la que se edificó la seo jiennense.
El procedimiento para lograr responder a estas preguntas se basa, una vez realizada la fase previa documental, en la ejecución de estas 20 catas arqueológicas que cubrirán no solo el interior de la antigua parroquia de San Miguel, sino la plaza y las calles del entorno, es decir, calle Misericordia y Plaza de San Miguel en los límites sur; Plaza de San Miguel y calle Lavanderas por el este, calle Escalerillas por el oeste y calles Telégrafos y Fernando IV por el norte.
En paralelo, el Ayuntamiento comenzará la intervención con un presupuesto de casi 700.000 euros en 6 las calles del entorno. Serán calle Carnero, plaza de San Juan de Dios, calle San Miguel, Cuesta de San Miguel, Lavanderas y plaza Santo Domingo.
Ello permitirá además una regeneración del entorno que haga la vida más fácil a los vecinos y vecinas de esta zona de la ciudad y más atractivo este eje turístico que ligará la ruina visitable de esta iglesia a equipamientos del primer nivel como la iglesia de Santo Domingo, el Palacio de Villardompardo y los Baños Árabes y del Naranjo, a los que en breve se sumarán las intervenciones de la Caja de Música en calle Elvín (con jardines y miradores).