Cooperativistas y almazareros privados miran con preocupación al sector orujero, pues la subida del gas ha provocado el cierre de orujeras por lo que las aceiteras no pueden deshacerse de los subproductos del olivar. Las balsas de alpechín están por encima del 50 por ciento por lo que no hay mucho margen de entrada de aceituna. Este año, la escasa cosecha podría permitir la recogida, pero en la del año que viene, no estaría garantizado que pudiera entrar aceituna en los molinos.
El sector busca una solución con el Ministerio de Transición Ecológica para un asunto que podría ser de gran gravedad para el sector oleícola. Manuel Alfonso Torres, presidente de Infaoliva, “por desgracia y suerte la campaña es corta y al menos el inicio cabe en las balsas pero es pan para hoy y hambre para mañana”. “El problema lo tendremos en la campaña del año que viene”, añadió con evidente preocupación.
De cada 100 kilos de aceituna que entran a los molinos, el 80 por ciento son subproductos del olivar que hay que evacuar de las almazaras. Para tratar dicha masa de aceituna sobrante de la que saldrá el aceite de orujo, se utiliza el gas en las plantas de cogeneración para el secado. El problema es que dados los altos precios del gas y que el gobierno central no haya actualizado los precios de referencia, la actividad no es viable y, por tanto, ha dejado de realizarse. Esto ha dado lugar a que orujeras tan importantes como la de San Miguel Arcángel de Vva. del Arzobispo, tuviera que cerrar sus puertas el pasado mes de junio.
Se produce por tanto un gran problema añadido y una incógnita y es la de hasta cuándo las cooperativas van a poder seguir eliminando alpeorujo, cuando el mismo no se trata y cuando las balsas de alpechín están por encima del 50 por ciento. De continuar la situación, en esta campaña que será escasa, es posible que no afecte, pero la próxima podría quedar bloqueada por no haber posibilidad de almacenaje; y porque se necesitan muchos días para poder procesar las cantidades existentes.
La mencionada orujera es capaz de procesar 1.100.000 toneladas de residuos de la aceituna diarias, pero sus balsas hay almacenadas 240 millones de alpeorujo, es decir, que para que dicho tratamiento fuera posible se necesitarían 240 días, por lo que se trata de un problema que requiere de una rápida solución para que la normalidad pudiera instaurarse en la campaña 2023-24.