La sección sindical de CSIF en el centro penitenciario de Huelva ha salido al paso de las declaraciones del Director de la prisión, Alejandro Zulueta, que ha calificado el intento de motín de la semana pasada como “un incidente puntual que se puede producir en cualquier momento” y ha valorado el régimen interior de “absoluta normalidad”. Desde la Central Sindical se ha asegurado en este sentido que “los motines nunca son hechos puntuales sino la consecuencia de una sucesión de malas decisiones regimentales y de errores en el tratamiento de los internos (por una distribución inadecuada en los módulos) y de seguridad que llevan a los reclusos más peligrosos a pensar que la impunidad es absoluta y que, por tanto, ahora es perfectamente viable atacar físicamente a los funcionarios ya que cuando este centro albergaba a más de 1.800 internos, con el anterior Director, los incidentes de esta naturaleza eran mínimos”.
Esta imagen de impunidad, según explica CSIF, se ilustra en lo que va de año con más de 14 incidentes muy graves; un total de 12 funcionarios heridos de diversa consideración, dos de ellos intervenidos quirúrgicamente a consecuencia de las lesiones producidas por agresiones físicas de internos muy peligrosos; el secuestro de un funcionario el pasado 4 de mayo; y sólo en el mes de noviembre un intento de fuga protagonizado por un recluso al que se le iba a aplicar una expulsión administrativa, una agresión a un funcionario con una lata de refresco fracturándole una mano y el pasado día 25 un intento de motín. “Y nos tememos que esto sea un suma y sigue”, lamentan desde CSIF.
Aseguran que “esto no sucede por casualidad y es fruto únicamente de la inoperancia en la gestión del propio Director”. En este sentido explican que la clasificación interior es “nefasta” ya que conviven en un mismo módulo internos conflictivos con otros que no lo son -incrementándose de forma alarmante el número de agresiones entre ellos- mientras que los módulos con programas de tratamiento están infrautilizados con una diferencia de hasta 50 reclusos entre unos y otros.
Por otra parte, los representantes de la sección sindical de CSIF en la prisión afirman que las salidas urgentes hospitalarias por casos de sobredosis por consumo de drogas han aumentado de forma notable y, de igual forma, ha crecido el número de internos procedentes de otros centros con antecedentes de agresiones muy graves. Todo ello, “por la falta de respuesta inmediata a la hora de adoptar las decisiones regimentales que prevengan hechos graves o muy graves, la publicación de órdenes contradictorias fruto de no tener en cuenta los informes emitidos por los propios funcionarios y la descoordinación entre los propios miembros del equipo directivo”, lamentan desde la Central Sindical.
Acoso a funcionarios
“Si esta deriva regimental es preocupante, la de las condiciones laborales de los funcionarios no lo son menos, generando gran desconfianza y desmotivación entre los funcionarios por la gestión del propio Director”. CSIF recuerda que este año se han presentado ante la Subdelegación del Gobierno y la Inspección Penitenciaria más de seis denuncias formales por acoso laboral y quejas contra el Director y Subdirectora de Tratamiento, sin obtener respuesta alguna hasta la fecha; otras dos quejas elevadas ante la Defensora del Pueblo por funcionarios de prisiones por posible vulneración de derechos y condiciones laborales; y, finalmente, la semana pasada una denuncia presentada por CSIF ante la Subdelegación del Gobierno “porque los funcionarios se están viendo obligados a trabajar rodeados de plagas de chinches, ratas y ratones sin que la Dirección haya sido capaz de acabar con ellas en más de nueve meses al no destinar recursos económicos suficientes para solucionar “esta lamentable situación higiénico sanitaria” tanto para funcionarios como para internos.