Los trabajadores de la Escuela de Hostelería de Islantilla han cortado hoy la principal avenida de acceso al centro en protesta por el cierre del restaurante de las instalaciones y el impago de sus nóminas durante los cinco últimos meses.
Tras iniciar ayer una campaña de movilizaciones, los trabajadores exigen que se liquide la deuda pendiente y se dé vía libre a la subvención de este año y el 25 por ciento de la correspondiente al año pasado para dotar al centro de fondos suficientes.
Los trabajadores han contado con el apoyo de exalumnos del centro, que tiene un porcentaje de inserción laboral que roza el 95 por ciento, y reclaman que les atienda el delegado provincial de Educación, Vicente Zarza, de quien depende la escuela, para transmitirle su inquietud ante los problemas económicos de la misma.
El sindicato CSIF ha exigido que el delegado reciba de inmediato a la plantilla después de que el restaurante del centro cerrara el pasado jueves, y lamenta que "después de dos años de impagos a los proveedores, a día de hoy las despensas y las cámaras están vacías".
Ello provoca que los alumnos no pueden hacer las prácticas, por lo que este curso no se les evaluará sus avances en la cocina, además de que "después de cinco meses sin cobrar, los 18 trabajadores no pueden aguantar más tiempo esta situación mientras que, por otra parte, los políticos siguen percibiendo sus nóminas a final de mes".
La escuela tiene una deuda reconocida de 120.000 euros sólo en concepto de nóminas, según señala el sindicato, que teme que, tras las vacaciones de verano, no vuelva a abrir sus puertas.
