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Huelva

Cuando el verso se afina por el bien del público y del mensaje

Las tres primeras sesiones de semifinales han dejado grandes letras, dando al Carnaval su toque de compromiso, crítica e ironía

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Los autores del Carnaval, amparados por sus intérpretes, tienen (o deben tener) un compromiso social. Y lo pueden plasmar a través de la reivindicación, la crítica, la ironía, el piropo o el enfado. Los tipos han de servir de vehículo para la metáfora y afinarse el verso para que la música y literatura de Carnaval sigan siendo de las artes más implicadas con su entorno.
   Ya en preliminares, aparecieron ciertos atisbos de buena literatura carnavalera. Pero en las tres primeras sesiones de la semifinal del concurso, ha hecho acto de presencia el buen verso en varias ocasiones.
   Sirva este artículo para ensalzar el valor de algunas de las letras que se han escuchado en estas sesiones. Como siempre, serán todas las que están, pero no estarán todas las que son (suele pasar). En la sesión del jueves, volvió a aparecer el Jesuli más valiente, dejando un pasodoble soberbio para desnudar la mala educación de algunos carnavaleros. Aunque no dejaba de ser carnaval cantando al carnaval (y eso para el que le guste), sí es verdad que el texto llevaba un trasfondo de llamamiento al respeto que ha de aplicarse en todos los aspectos de la vida. El viernes, una letra que lo tenía todo. Adaptación al tipo, homenaje y sentimiento. Se trata del pasodoble que la chirigota de ‘Los voluntarios’ dedicó a diferentes colectivos que se nutren del voluntariado para dar forma a sus imprescindibles funciones. Impresionante. En eso de letra adaptada al tipo, mención aparte para las prostitutas callejeras de Fali Ramos. Con el doble y triple sentido que caracteriza al autor onubense, resumió en su segundo pasodoble las diferentes putadas que está haciendo el Gobierno, en particular, y el sistema, en general. Simplemente, una lección de literatura carnavalera.
   Otro aspecto destacable fue la temática de los cuplés que defendió la comparsa ‘La trova’. Ironía fina para denunciar la situación medioambiental de Huelva. Precisamente ese tema se echa de menos en las letras, y sólo esta comparsa, y la de Raúl Barneto, que le hace un hueco en una cuarteta del popurrí de ‘Pesadilla’, la han puesto sobre la mesa hasta el momento.
   Otra letra de altura la defendió la comparsa de Bollullos ‘Los de la esquina’, con un verso mecido con una música de ‘tiki-taka’ para ensalzar el amor sin condiciones que una madre tiene a su hijo. Bellísima. Esta misma temática, desde otra perspectiva, también la usó de manera muy bella la comparsa ayamontina ‘La comuna’. Y para cerrar, sombrerazo a la valentía de la comparsa valverdeña ‘Game over’, con un pasodoble claro y sin cortapisas contra el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, y el poco cariño que pone a la fiesta, a pesar de llevar la insignia de oro.
   Todos ellos, y seguro algunos más, merecen entrar en la categoría de ‘letrón’.
   El verso se va afinando. Por el bien de todos. Frigorífico...

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