El 40,6 % de la población de América Latina y el Caribe experimentó inseguridad alimentaria moderada o severa en comparación con un 29,3 % de la población a nivel mundial en 2021, mientras
casi 60 millones de personas en la región están subalimentadas, siendo el número más alto de las últimas dos décadas.
Así lo establece el
III Informe del Observatorio La Rábida sobre Desarrollo Sostenible y Cambio Climático para Iberoamérica, presentado este miércoles en el marco de la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno a celebrarse el viernes y sábado próximos en Santo Domingo.
La presentación ha contado con unas palabras de apertura de Yolanda Rubio, diputada de la Vicepresidencia de Economía e Innovación de la Diputación de Huelva, así como del Secretario General Iberoamericano, y representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, y la Junta de Andalucía, entidades que continúan acompañando a la
Diputación en su impulso al Observatorio La Rábida.
El informe "Sistemas alimentarios y cambio climático en Iberoamérica", presentado por el secretario general iberoamericano, el chileno Andrés Allamand, afirma que
a la cabeza de estas cifras está América del Sur, donde el 8 % de la población padece hambre, 11 millones más que en 2019.
Esta cifra se eleva al 8,4 % en Mesoamérica y a un 16,4 % en los países del Caribe, donde solo Cuba y República Dominicana son países iberoamericanos.
El documento puntualiza en que
el número de personas que padecen hambre en Iberoamérica está cada vez más igualado con el de aquellas que tienen sobrepeso.
"La mitad de la población aún necesita acceso a una dieta nutritiva, saludable y sostenible", explica.
Las informaciones del extenso informe aseguran que antes de las consecuencias socioeconómicas de la covid-19, en América Latina y el Caribe más de 60 millones de personas (el 41 % de la población) padecían hambre, no llegaban a hacer todas las comidas necesarias o, incluso, pasaban días sin comer (el 14,2 % de la población).
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Tras estas cifras se encuentra una gran brecha de género: 14 millones más de mujeres y niñas que de hombres sufren inseguridad alimentaria moderada o grave. Aunque las mujeres desempeñan un papel esencial en los sistemas alimentarios, tienen un menor acceso a los productos, y un mayor riesgo de padecer hambre, malnutrición, desnutrición y anemia", reza el informe que atribuye esas cifras a la FAO.
Compromiso de la Diputación
Gracias al compromiso de la Diputación de Huelva,
desde 2018 el Observatorio La Rábida ha podido publicar tres informes, que han sido presentados en las respectivas cumbres iberoamericanas y que han servido para reforzar el posicionamiento de Huelva en materia de desarrollo sostenible, dentro de los 22 países iberoamericanos. En esta ocasión, el documento agrega los datos principales sobre sistemas alimentarios, centrando la atención en la necesidad que tienen de adaptarse al cambio climático y el potencial para mitigarlo. Anteriormente, los otros dos informes habían profundizado en la innovación necesaria para avanzar en la agenda de desarrollo sostenible, así como en toda la información científica sobre los seis sectores que más relevancia tienen en Iberoamérica en materia de cambio climático.
El Observatorio
cuenta con una sede principal en La Rábida, dentro de las instalaciones de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), gracias desde el primer momento al compromiso de la Diputación de Huelva. Además de sus tres informes, a lo largo de estos cinco años, el Observatorio La Rábida ha impulsado una red de alianzas con una treintena de entidades de toda Iberoamérica, contando con puntos focales temáticos y geográficos que conforman el equipo central. La punto focal para Caribe y para financiación climática, Marlén Sánchez, Titular del Centro de Investigaciones de Economía Internacional y de la Cátedra de Estudios del Caribe de la Universidad de la Habana, es la encargada de presentar técnicamente este informe en Santo Domingo, visibilizando el fuerte compromiso que desde Huelva existe con toda la región, y con la reducción de huella de carbono.