La
ruptura entre el matador de toros David de Miranda y su descubridor y apoderado Jorge Fernández, Jorge Buendía en el planeta taurino, sorprendió a todos los aficionados por cuanto habían tenido la oportunidad de contemplar la magnífica relación profesional que han mantenido a lo largo de doce años en los que ambos han trabajado duramente dentro y fuera de los ruedos.
La noticia sorprendió a todos y
ambos han sido tan elegantes que no han dado cuenta públicamente de las causas de esta decisión. Tan solo fue conocida a través de un comunicado emitido por el matador que decía: “Jorge y yo hemos decidido separar nuestros destinos profesionales. Allá por 2011, Huelva buscaba un torero. Lo encontró y conseguimos muchas metas y sueños juntos. Todo ello, en gran parte, fue gracias a ti. Te estaré eternamente agradecido Jorge y, por supuesto, seguiremos siempre con nuestra amistad. Gracias siempre, un abrazo fuerte. David de Miranda”.
Con mucha rapidez, la noticia se fue extendiendo entre los aficionados, que hacían cábalas acerca de los hechos o circunstancias que podían haber dado lugar a la ruptura. Dado que los protagonistas, de forma muy señorialmente, mantienen silencio sobre las mismas, los aficionados tratan de buscar algo en el que se pueda basar el cese de las relaciones profesionales entre el torero y su apoderado que se habían mantenido durante doce años, un tiempo considerable para las actuales circunstancias taurinas y que pone de manifiesto la gran unidad que hubo durante ese período de tiempo. Recordando una conocida canción que dice que
“el amor se gastó de tanto usarlo”, posiblemente el paso del tiempo haya ido también deteriorando esa unión.
Lo cierto es que
tanto torero como empresario han trabajado juntos prácticamente hasta el último día. La noticias fue dada a conocer el pasado jueves y doce días antes David de Miranda actuó en la última corrida de la temporada, la Pinzoniana, que fue organizada por su apoderado Jorge Buendía. Y, por entonces, no eran visible cualquier atisbo de la ruptura que llegaría menos de dos semanas después.
No cabe duda de que
el esfuerzo realizado por ambos no ha tenido el resultado deseado. En la trayectoria de ambos se hizo realidad ese adagio taurino que dice que “El hombre propone, Dios dispone y las circunstancias descomponen”. Los peldaños se fueron escalando progresivamente y la marcha era excelente pero llegaron las “circunstancias”. Primero fue la grave lesión de Toro, de la que el torero se pudo restablecer, y posteriormente la pandemia que cortó radicalmente la trayectoria de David.
Para colmo, las circunstancias hicieron que muchos compromisos se perdieran, que algunos empresarios se olvidaran de David y, por supuesto, que disminuyera el número de festejos.
Todo el taurinismo reconoce que la pandemia se cebó con David de Miranda, que tuvo que empezar de nuevo en una situación adversa. Y, pese a las dificultades, el torero pudo actuar en una decena de festejos -muchos menos de los merecidos- pero, eso sí, manteniendo su dignidad, muy defendida por su apoderado.
Recientemente y al analizar su situación profesional, David de Miranda señalaba que el año 2022 “ha sido una temporada corta en festejos, se ha ido donde nos han respetado económicamente. Como te dije, esperaba un mejor trato por parte de las empresas, pero eso no está en mi mano, yo lo único que tengo que hacer es torear. Los festejos donde me he anunciado he dado motivos para volver, incluso en Madrid pese a no tener lote. Huelva fue de nuevo el clavo donde me agarré en una temporada difícil en lo anímico”.
Ahora,
ambos inician una nueva etapa profesional en la que tratarán de triunfar como ya lo hicieron juntos en una relación que hace unos días se rompió entre el estupor de los aficionados que aún no se hacen a la nueva situación, en la que deseamos muchos éxitos a uno porque sus respectivos triunfos serán también los de los aficionados.