Los vecinos de Cortegana, Almonaster y Aroche viven con un tesoro bajo sus pies. Hacia él se dirige el proyecto minero de Valdegrama, que se ha topado con el rechazo de una población que no quiere poner en riesgo otro tesoro aún más tangible para ella, el valor medioambiental de una tierra que les sirve de hogar y sustento a través de actividades como la ganadería, la agricultura y el turismo.
La plataforma
‘Alcalaboza Viva’ ha surgido este verano como movimiento ciudadano de rechazo al proyecto liderado por Geoland Services en el entorno de la Rivera de Alcalaboza, que pretende realizar en torno a 20 sondeos en los próximos tres años para encontrar minerales como grafito, oro, plata o níquel.
La plataforma se opone a los sondeos de Valdegrama porque considera que
“suponen una seria amenaza para los medios de vida y opciones de futuro” de los pueblos de la zona, según consta en el documento de constitución del colectivo.
En este sentido, explican que
“el epicentro de la zona de investigación minera es abundante en fuentes y manantiales que mantienen una rica zona de huertas y cercados que proporcionan hortalizas, verduras, fruta y forraje para uso humano y animal”. Asimismo, añaden, “en las cuencas de los barrancos y riberas de la zona se extienden dehesas que alimentan una abundante ganadería extensiva”.
En el área afectada por el proyecto, además, “existen numerosas primeras viviendas rurales” y otras utilizadas para turismo real, así como caminos públicos. Igualmente, alertan del impacto que la mina podría tener sobre la fauna y la flora de una zona perimetral del Parque Natural de Aracena y Picos de Aroche.
El proyecto, indican, también supone “una amenaza para los cursos altos y limpios de las cuencas hidrográficas del Guadiana y del Tinto-Odiel-Piedras” por lo que
el riesgo de contaminación del agua tiene un alcance provincial. “Este proyecto afectaría potencialmente las últimas redes fluviales limpias de la provincia”, aseguran.
Por todo lo que está en juego, la plataforma ha decidido llevar a cabo diferentes acciones de difusión y ha iniciado una campaña de recogida de firmas solicitando la paralización del proyecto, que están llevando a cabo tanto de forma presencial como a través de la plataforma change.org, donde ya han recabado más de un millar de apoyos.
Los promotores de este movimiento aseguran que, de tener éxito los sondeos,
“la apertura de una mina dejaría una devastación absoluta en el terreno explotado y en las aguas superficiales y subterráneas del entorno”.
Desde ‘Alcalaboza Viva’ aclaran que
no se oponen al “progreso” de su territorio pero están convencidos de que éste “no viene de la mano de la minería”. En este sentido, explican que “el argumento de la creación de empleo y riqueza es incierto” porque “la minería actual requiere cada vez menos mano de obra y los empleos se pierden tras el cierre, sin alternativa”.
Además, insisten, la futura mina consumiría gran cantidad de agua,
poniendo en riesgo los usos comunes, como los agrarios y turísticos, fundamentales para la economía local.