La Fiscalía de Granada ha solicitado la pena de siete años y medio de prisión para un hombre acusado de cometer ocho robos con violencia e intimidación en varias gasolineras y establecimientos de la provincia amenazando a las víctimas con un cuchillo de grandes dimensiones y llevando el rostro tapado para no ser reconocido.
El acusado, que será juzgado el próximo 5 de octubre en la Sección Segunda de la Audiencia de Granada, supuestamente cometió los robos entre el 14 y 17 del pasado mes de mayo, cinco de ellos en estaciones de servicio de Pulianas y Jun, de donde huía en una motocicleta robada tras hacerse con lo que había en la caja registradora.
Así sobre las 7,05 horas del 12 de mayo el acusado se presentó en la estación de servicio Galp, en Pulianas, y accedió al interior tapándose con la capucha de la chaqueta y un pasamontañas oscuro para ocultar su identidad, según consta en el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press.
Se dirigió con un cuchillo de unos 30 centímetros de hoja a la empleada y logró hacerse con 171 euros, tras lo que se dio a la fuga. Esa misma semana volvió a robar en esta gasolinera, donde se hizo con otros 263 euros de la caja registradora; y también en una BP situada en Pulianas. En esta ocasión tapó su rostro con una máscara e intimidó al empleado también a punta de navaja consiguiendo otros 263 euros.
Sobre las nueve de la mañana del 17 de mayo atracó la estación de servicio Auto Green BP de Jun, donde entró con la cabeza cubierta y una mascarilla quirúrgica para no ser reconocido. Aquí el empleado forcejeó con él, pero finalmente logró apoderarse de 76 euros y se dio a la fuga en motocicleta.
Aproximadamente media hora después se digirió a la BP del Centro Comercial Granaita y cubierto con una máscara color negro conminó al empleado a que le entregara el dinero, concretamente 205 euros con los que logró huir. Se dirigió seguidamente al entorno de la calle Molino Nuevo y allí fue detenido por los agentes cuando salía de un portal.
Antes de su detención le dio tiempo a robar, en ese misma semana, en dos comercios y dentro del edificio donde se hizo con la motocicleta con la que huía tras los asaltos.
La Fiscalía le acusa de un delito continuado de robo con violencia e intimidación con la agravante de uso de disfraz por el que reclama que sea condenado a siete años y seis meses de prisión.