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Galicia

La única mujer líder del narcotráfico en Galicia confesó no haber probado la cocaína

Lo cuenta el escritor y abogado Ulises Bértolo, autor de "La dama del norte". Fue condenada en 2002 a 33 años de prisión por un alijo de 14 toneladas de cocaína

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  • Detención de Ana Garrido. -

La narcotraficante Ana Garrido, la única mujer que lideró el narcotráfico en Galicia y que fue condenada en 2002 a 33 años de prisión por un alijo de 14 toneladas de cocaína, confesó que nunca probó esa droga, ya que su interés era el negocio y el dinero, ha explicado este domingo el escritor y abogado Ulises Bértolo, autor de una novela sobre ella.

Bértolo, que tiene previsto presentar el próximo jueves en la localidad balnearia gallega de Sanxenxo su novela "La dama del norte" (Editorial Planeta, 2023), sobre la vida de Garrido, ha explicado en una conversación telefónica con EFE que confía en que la narcotraficante pueda beneficiarse pronto de un nuevo régimen penitenciario de libertad tras cumplir parte de las sentencias.

La mujer asturiana que llegó a culminar la mayor operación de tráfico de droga entre Colombia y España, confesó en una de las conversaciones con el escritor que estaba "sorprendida" de que le preguntase si había probado la cocaína, pero "me dijo tajantemente que no", ha asegurado.

Garrido es una "mujer inteligente" que se tomó como un "negocio serio" el tráfico de la harina blanca elaborada con hojas de coca en Colombia, pero su interés era "ganar el máximo de dinero" para alejarse de los orígenes humildes en un pueblo asturiano en que la población apenas tenía otro futuro que trabajar en una mina de carbón, ha añadido el escritor.

Inicialmente comenzó en el "menudeo" o venta al detalle de dosis de cocaína, pero "rápidamente empezó con operaciones en la que nunca tocaba la droga" y mostró "gran talento en el diseño de operaciones de importación y exportación" de esa mercancía, ha explicado Bertolo.

Su novela está documentada tanto en conservaciones con Garrido como con algunos agentes policiales encargados del seguimiento e investigación de esta mujer que "llegó a la cúspide del narcotráfico" entre Europa y Latinoamérica pese a no ser "ni la amante ni la heredera" de algunos de los líderes de los clanes.

Ana Garrido ideó una operación para transportar cocaína de Colombia a Panamá para luego ponerla a bordo de buques que atravesaban el Atlántico y, al llegar cerca de las costas gallegas, desembarcarla en lanchas planeadoras.

En la reciente historia del narcotráfico en Galicia han dominado ese negocio hombres del clan de los Charlines, o líderes como Sito Miñanco o Laureano Oubiña, pero raramente una mujer, ha observado el escritor y autor de otras novelas ambientadas en el Camino de Santiago y en el París del siglo pasado.

Ha subrayado además que Esther Lago, mujer de Laureano Oubiña, tuvo un rol importante en las finanzas de la droga, pero en "segunda línea", no como Garrido (ambas se conocieron en prisión) que ejerció de líder y fue la "intersección" entre uno de los cárteles de la droga en Colombia y los clanes gallegos.

La "dama del norte", como la denomina Bértolo en su novela en la que recurre en parte a la ficción, narra en un capítulo el secuestro sufrido en Colombia, donde residió durante año y medio después de escapar de España y cambiar de identidad, y el posterior pago del rescate para poder ser liberada, una "experiencia difícil" al estar "alejada de su hijo", al que considera como "el único hombre que no la defraudó".

La separación de su hijo fue "el mayor sacrificio" de su vida, afirmó en sus conversaciones con el escritor y abogado de profesión.

Bértolo ha explicado que las autoridades son conscientes de que hay un "fracaso" en la lucha contra el narcotráfico en el mundo, ya que solo logran decomisar una pequeña fracción del comercio.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, propone regular la industria y ampliar los programas de sustitución de cultivos mientras otros sectores plantean desde hace años despenalizar y hasta legalizar algunas drogas por considerar que podría tener más beneficios que perjuicios.

Bértolo ha reconocido que ese debate es "complicado" al no disponer de evidencias sobre si eso permitiría "erradicar las mafias y evitar la violencia", pero ha invitado a "plantear con valentía" ese asunto y analizar "los pros y los contras". 

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