También ha señalado que no se siente "en absoluto presionado" por las recientes bajadas de impuestos anunciadas por compañeros de partido en otras autonomías
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha asegurado este jueves que no ha recibido "instrucciones" de su antecesor y ahora líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en materia fiscal y también ha señalado que no se siente "en absoluto presionado" por las recientes bajadas de impuestos anunciadas por compañeros de partido en otras autonomías.
Rueda ha saludado las bajadas de impuestos y ha vuelto a insistir en que la comunidad tiene una "senda propia" fiscal, que va en beneficio de los ciudadanos gallegos, como anteriormente hizo su antecesor, Núñez Feijóo.
De este modo ha recordado que desde 2009, Galicia ha hecho rebajas fiscales por 1.200 millones de euros, "que se dice pronto", ha apostillado, y ha mostrado su intención de seguir favoreciendo a las rentas más vulnerables por esta vía, principalmente en el tramo autonómico de IRPF.
El presidente gallego ha señalado que el 99,9 % de los gallegos está exento del impuesto de sucesiones, que el impuesto de patrimonio está bonificado en un 25 % y que el próximo año se equipararán en cuestiones fiscales las familias con dos hijos a las que tengan tres, es decir, a las numerosas.
En cualquier caso ha insistido en que la próxima semana (el martes 27) comparecerá en el Parlamento autonómico para avanzar las líneas generales de los presupuestos del próximo año, cuyo proyecto de ley estará aprobado y será remitido a la Cámara en plazo, antes del 20 de octubre.
"El mensaje fundamental es que no nos sentimos influidos por lo que haga nadie, sino por lo que conviene a los gallegos", ha afirmado Rueda, que ha destacado la necesidad de "acompasar" las rebajas fiscales con la prestación de servicios públicos de "calidad".
En su intervención también ha recordado al Gobierno central la "capacidad fiscal" de las comunidades autónomas, que ejercen "como creen mejor", por lo que ha declinado opinar sobre las "rectificaciones" que los integrantes del Ejecutivo se hacen entre sí cuando hablan de recentralizar impuestos.