Fedrigo fue el más rápido en el grupo de cinco corredores supervivientes de la escapada del día que se disputaron la etapa por velocidad en la recta de llegada.
Con un tiempo de 2h.48.17 entró por delante del belga Jurgen Van de Walle (Quick Step), del francés Stéphane Goubert (AG2R) y del español Juan Manuel Gárate (Rabobank).
Los favoritos, en especial Valverde, Contador y Evans, se dedicaron a marcarse en el ascenso al Izoard, uno de los colosos del Tour de Francia, situado a 2.360 metros de altitud, cuya cima se encontraba a 20 kilómetros de meta.
No hubo batalla en esta ocasión y también juntos realizaron el descenso hasta la Gargouille, una cota de cuarta categoría de 1500 metros de longitud al 8 por ciento de pendiente, donde se probó Alberto Contador, que no tuvo licencia de sus rivales directos para el despegue. Por lo tanto, llegaron a meta en el mismo tiempo a 4.12 minutos de Fedrigo.
Una jornada de transición en la que la alta jerarquía de la carrera dio permiso para que una escapada calmara los ánimos iniciales, ya que se sucedían constantes intentos de escapada.
En el kilómetro 23 se produjo la emancipación de 14 corredores, incluidos los españoles Juan Manuel Gárate, Gorka Verdugo, Bingen Fernández y Alberto Fernández de la Puebla.
Etapa de hoy
Valverde aseguró tras la sexta etapa que espera que le ataquen hoy sábado, la jornada reina en la que se jugará el triunfo final con Evans y Contador, con los puertos del Galibier, Croix de Fer y la Madeleine como testigos.
“Ha sido una jornada bastante tranquila, aunque nunca se puede considerar fácil una jornada en la que hay que ascender el Izoard. Después se han producido los ataques de Contador en la parte final. La etapa del sábado será otra cosa y espero ser atacado. La subida a La Madeleine es muy dura, más que la de Toussuire que se subió el pasado año en la Dauphiné”, señaló Valverde.