El aparato, del tipo Airbus 330-200 matriculado F-GZCP, salió de Rio de Janerio el 31 de mayo a las 19:03 horas locales
El director general de Air France, Pierre-Henri Gourgeon, afirmó hoy que el Airbus que desapareció hoy con 228 personas a bordo --incluidos siete niños y un bebé-- cuando se dirigía desde Rio de Janeiro a París había emitido un mensaje hacia las 04:14 horas en el que alertaba de un cortocircuito "en una zona alejada de la costa". Por su parte, el director de comunicación de Air France, Françóis Brousse, indicó que lo "más probable" es que el aparato "fuese fulminado por un rayo".
"El aparato, del tipo Airbus 330-200 matriculado F-GZCP, salió de Rio de Janerio el 31 de mayo a las 19:03 horas locales", declaró a la prensa el director general, citado en un comunicado de la compañía. "El aparato atravesó una zona tormentosa con fuertes turbulencias a las cuatro de la mañana, hora de París (y peninsular española)", tras lo cual "a las 4:14 horas se recibió un mensaje automático indicando un cortocircuito en una zona alejada de la costa", prosiguió.
"Los controles aéreos civiles brasileño, africano, español y francés intentaron en vano establecer contacto con el vuelo AF447" y "el control aéreo militar francés intentó detectar el avión sin éxito", explicó Gourgeon.
Según el director general, a bordo del aparato viajaban 126 hombres, 82 mujeres, siete niños y un bebé. La tripulación estaba formada por doce navegantes, tres auxiliares técnicos y nueve auxiliares comerciales. El comandante de a bordo había efectuado 1.700 horas de vuelo en el Airbus 330 y el Airbus 340 y los dos copilotos tenían 3.000 horas de vuelo cada uno.
El avión estaba equipado con motores de la General Electric CF6-80E y había cubierto un total de 18.870 horas de vuelo desde que entró en servicio, el 18 de abril de 2005. Su última parada de mantenimiento fue efectuada el pasado 16 de abril.
Durante su comparecencia a la prensa, Gourgeon precisó que el aparato había emitido varios "mensajes automáticos de mantenimiento" en los que alertaba de "averías en numerosos componentes". Los mensajes, prosiguió, daban a entender que se había producido "una situación inesperada a bordo del aparato".
La hipótesis "más probable", según el director de comunicación de Air France, es que el aparato "fuese fulminado por un rayo". "El avión había entrado en una zona tormentosa con fuertes perturbaciones que provocaron problemas de funcionamiento", añadió Françóis Brousse. Concretamente, la empresa considera posible que se produjera un problema en los circuitos eléctricos que controlan los mecanismos de gobierno de la nave.
Por su parte, François Grangier, de la Oficina de Investigaciones de Accidentes (BEA), declaró a la cadena de información continua BFM-TV que el aparato pudo sufrir "cualquier cosa extremadamente repentina o brutal", ya que los pilotos no tuvieron tiempo ni siquiera de anunciar el problema.