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España

Un libro sostiene que Pujol se enriqueció con Banca Catalana y cuestiona a los jueces

El exministro Ledesma dice que "a nadie" del Gobierno del PSOE le interesaba la querella

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  • Pujol. -

El libro del periodista Pere Ríos 'Banca Catalana: caso abierto. Lo que no se contó del escándalo que enriqueció a Jordi Pujol' (Editorial Península) sostiene que el expresidente de la Generalitat se embolsó dividendos mientras la entidad se descapitalizaba y avanzaba hacia la quiebra.

   Además, defiende que buena parte de los 41 magistrados de la Audiencia Territorial de Barcelona que rechazaron la querella contra el expresidente por su gestión en la entidad miraron "para otro lado", y concluye que el PSOE, lejos de auspiciar la querella, le incomodaba por miedo a perder a CiU como potencial aliado.

   Aparte de una revisión a fondo de los hechos, el autor entrevista a varios de los protagonistas del caso, como los fiscales Carlos Jiménez Villarejo y José María Mena --que prologan el libro--; los magistrados Margarita Robles y Antonio Doñate; el ministro de Justicia de entonces, Fernando Ledesma; el cuñado de Pujol y dirigente de la entidad, Francesc Cabana, y el abogado defensor del expresidente, Joan Piqué Vidal.

   En declaraciones a Europa Press, Ríos relata que recuperó el caso porque consideraba que la imagen que quedó en la imaginario colectivo no se ajustaba a la realidad, ya que Pujol siempre aseguró que fue un perjudicado más en la quiebra, cuando en realidad "ganó mucho dinero".

   El libro detalla que Pujol cobró "dividendos ilícitos de más de 84 millones de pesetas" entre 1974 y 1980, y ya siendo presidente de la Generalitat, hasta mayo de 1982, participó y se benefició de operaciones especulativas y supuestamente ilícitas.

   En su día Pujol sostuvo que la querella era una decisión del Gobierno para atacarle, algo que niega el ministro socialista Ledesma, que sostiene que el Ejecutivo veía con incomodidad el proceso judicial: "En el Gobierno, formulado en términos claros, nadie, nadie es nadie, tenía el más mínimo interés en que fuera adelante la acusación".

   El autor considera que los jueces se sintieron "instrumentalizados" por los partidos, y poco acostumbrados entonces a abordar delitos de 'cuello blanco', por mayoría decidieron dar carpetazo al asunto y no aceptar la querella.

   El autor se entrevista con varios jueces, uno de los cuales pide el anonimato: "El recuerdo es que no estuvimos a la altura. Faltó voluntad política para, de verdad, aclarar el caso. (...) A día de hoy el proceso sería enjuiciado por personas más competentes y designadas de forma más objetiva".

   Una de las jueces que votó a favor de admitir la querella, Margarita Robles --que años después fue un alto cargo del Gobierno del PSOE y hoy está en el TS--, afirma que muchos de sus colegas ni se miraron el sumario, y el fiscal Villarejo sostiene que se hizo un resumen del sumario para todos los jueces y se depositó en un lugar reservado para que lo retiraran los interesados, pero sólo lo hicieron "10 o 12".

PATRIMONIO EN ANDORRA

   Ríos explica que empezó a escribir el libro antes de que el propio Pujol revelara el 25 de julio de 2014 la existencia de su patrimonio oculto en Andorra --que el político asegura que es legado que su padre Florenci--, y la confesión devolvió la quiebra de Banca Catalana a la actualidad informativa.

   El periodista sostiene que Pujol confesó la existencia del patrimonio al sentirse acorralado por Hacienda, considera que decir que es un legado es un relato creado a medida, y concluye que no es "descabellado" pensar que el dinero pueda venir del entidad quebrada.

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