La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha alertado este lunes de la aparición de una "dictadura del pensamiento único" si los "independentistas de verdad" no condenan las exhibiciones de odio, como el fusilamiento simulado ante la vivienda de un concejal del PP en la localidad barcelonesa de Cardeneu.
Aguirre ha recordado en un artículo en 'ABC', recogido por Europa Press, lo que ocurrió en esta población de 18.000 habitantes el pasado 17 de agosto, cuando en el marco de las fiestas un grupo de trabucaires --personas que se pasean por las calles disparando pólvora con trabucos simulando las acciones de aquellos que "sembraron de inseguridad Cataluña" en el siglo XIX-- simuló un fusilamiento delante del domicilio del concejal popular Jaime Gelada.
Esperanza Aguirre ha afeado que el nacionalismo vigente pretenda "idealizar como nota pintoresca y exótica" este hecho, enmarcado "en la reconstrucción del pasado que quieren inventar" cuando los trabucaires no eran más que "fuera de la ley, en la estela de Robin Hood o Luis Candelas, que despreciaban la autoridad y las leyes establecidas".
"Los trabucaires han dado una exhibición de odio al que no piensa como ellos", ha espetado Aguirre, que ha opinado que ante esa manifestación "nadie puede permanecer impasible ni mirar hacia otro lado".
"Si la ley actual no permite castigar ejemplarmente a los que participan en estas deleznables exhibiciones, lo mismo que si no permite castigar a los que pintan dianas en el País Vasco sobre la imagen de los que no piensan como ellos o no se someten a sus dictámenes, habrá que cambiar la ley y pronto", ha defendido la presidenta de los populares madrileños.
EL NACIONALISMO, UNA IDEOLOGÍA RETRÓGRADA
Esto le ha llevado a preguntar a los "nacionalistas más radicales" cómo tratarían en una república catalana independiente con la que sueñan a los que llegaran a la conclusión de que el nacionalismo "es una ideología decimonónica, retrógrada, reaccionaria y fuente de las peores violencias de los últimos cien años en la historia de Europa".
Y es que considera que si los "independentistas de verdad" no reaccionan ante esta "agresión" sería como si anunciaran "una dictadura del pensamiento único, donde al que discrepa más le valdrá estarse calladito, como han tenido que hacer siempre los pobres ciudadanos cuando les ha tocado vivir bajo una dictadura".
