El Gobierno prevé recaudar entre 250 y 300 millones con un impuesto sobre los depósitos bancarios que aplicará a las entidades financieras y que tendrá un "tipo muy moderado", según ha indicado el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.
Montoro ha explicado que el impuesto sobre los depósitos recibirá otro nombre y ha garantizado que "no recaerá sobre los ahorradores", sino que se aplicará sobre las entidades bancarias.
"En España no se grava a los depositantes ni a los ahorradores", ha subrayado Montoro, quien ha detallado que el impuesto ya existe para gravar a las entidades bancarias en función de su volumen de pasivo, y lo que hará el Gobierno es aplicar "un tipo muy moderado" que armonice el mercado interior bancario de España.