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España

Autobuses con creencias

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Da exactamente igual que esta sociedad haya establecido que las creencias religiosas deben pertenecer al ámbito privado porque siempre se busca la mínima oportunidad para plantear la gran pregunta, aquélla que sólo pueden responder con la fe aquellos que creen y con la convicción aquellos que no: ¿Dios existe? Una campaña iniciada en Gran Bretaña se ha extendido en España gracias a una asociación de ateos, que han pagado la publidad de los autobuses municipales de varias localidades españolas para difundir su mensaje: “Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida”. Esto en Gran Bretaña generó cierto debate, algo de polémica y poco más. En España, sin embargo, no podía pasar tan desapercibido un mensaje tan simple y claro. Dos iglesias cristianas, la evangélica y la católica, han reaccionado llamativamente. La primera realizando una contracampaña de similar formato, pero de contrario contenido: “Dios existe, deja de preocuparte, confía en Él”. La segunda, a través del cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, donde se le ha acusado de hablar mal de los creyentes y de ir en contra de la libertad religiosa.  En realidad hay que restar importancia a las campañas y las reacciones que suscitan. Hacer una lectura sosegada de este asunto sólo puede tener como conclusión que todo es una gran pérdida de tiempo y que sólo es proselitismo, sea para el bando que sea. Eso sí, es muy fácil confundir a los ciudadanos, que deben tener claro que el ateísmo no es igual que el laicismo, y que el laicismo no es lo mismo que la aconfesionalidad. Y por encima de todo, generar un debate público sobre la existencia de Dios es un insulto a los creyentes, a los no creyentes y a quienes les da exactamente igual. Que cada cual crea lo que quiera y si lo quiere expresar, que lo haga, pero de ahí a debatir la existencia de Dios en los autobuses dice muy poco de las asociaciones de ateos y de algunas iglesias. Toda esta absurda situación, al menos, genera beneficios para unas pocas empresas de publicidad.

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